miércoles, 14 de febrero de 2018

AYUNO, LIMOSNA, ORACIÓN


"No practiquéis vuestra religión delante de los demás solo para que os vean. Si hacéis eso, no obtendréis ninguna recompensa de vuestro Padre que está en el cielo.
Por tanto, cuando ayudes a los necesitados no lo publiques a los cuatro vientos, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente los elogie. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Tú, por el contrario, cuando ayudes a los necesitados, no se lo cuentes ni siquiera a tu más íntimo amigo. Hazlo en secreto, y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu recompensa.
Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora en secreto a tu Padre. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu recompensa. 
Cuando ayunéis, no pongáis el gesto compungido, como los hipócritas, que aparentan aflicción para que la gente vea que están ayunando. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, lávate la cara y arréglate bien, para que la gente no advierta que estás ayunando. Solamente lo sabrá tu Padre, que está a solas contigo, y él te dará tu recompensa."

Hoy, Miércoles de Ceniza, comenzamos el camino hacia la Pascua: la Cuaresma. Adviento nos preparaba a la llegada de Jesús, a recibir a Dios hecho humanidad. Cuaresma nos prepara a la Resurrección, a Jesús glorificado.
Mateo, en este texto, nos muestra tres piezas clave para recorrer este camino: ayuno, limosna y oración.
Los entendidos recomiendan poner títulos atrayentes a los post para ganar lectores. Este título no lo es. Estas tres palabras suenan a cosa antigua. Sin embargo, son fundamentales para recorrer el camino cuaresmal.
La gente rechaza el ayuno cuaresmal, pero hace mil y una dietas para mantener el tipo y la forma. El ayuno cuaresmal no es ayunar por ayunar. Es tomar conciencia de que gran parte de la humanidad pasa hambre. De que cada día hay mucha gente que debe acudir al Banco de los Alimentos, a Cáritas, a organismos...para dar de comer a su familia. El verdadero ayuno es abstenerse de algunos alimentos para compartirlos con los que no tienen.
La limosna no es solamente dar dinero a quien lo pide. No es paternalismo. Es tener completamente arraigado en nosotros el concepto de solidaridad. Es no acaparar mientras otros no tienen lo necesario para vivir.
La oración, es intentar vivir constantemente en la presencia de Dios. No es solamente repetir fórmulas. Es ver a Dios en los más pequeños detalles de nuestra vida.
Y el texto de hoy nos dice, que todo esto debemos hacerlo sin llamar la atención. Sin querer destacar y que los demás nos admiren. Esas tres cosas deben formar parte de nuestra manera de ser. Son tres cosas humanas que nos acercan a lo divino, que nos ayudan a recorrer el camino hacia la Resurrección.   



1 comentario:

  1. Quan preguis tancat a l'habitació i el teu Pare que veu en el secret et donará la recompemsa,,," Pare Nostre

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