viernes, 13 de enero de 2017

¿QUÉ NOS PARALIZA?


"Algunos días después volvió Jesús a entrar en Cafarnaún. Al saber que estaba en casa, se juntaron tantos que ni siquiera cabían frente a la puerta, y él les anunciaba el mensaje. Entonces, entre cuatro, le llevaron un paralítico. Pero como había mucha gente y no podían llegar hasta Jesús, quitaron parte del techo encima de donde él estaba, y por la abertura bajaron en una camilla al enfermo. Cuando Jesús vio la fe que tenían, dijo al enfermo:
– Hijo mío, tus pecados quedan perdonados.
Algunos maestros de la ley que estaban allí sentados pensaron: “¿Cómo se atreve este a hablar así? Sus palabras son una ofensa contra Dios. Nadie puede perdonar pecados, sino solamente Dios.” Pero Jesús se dio cuenta en seguida de lo que estaban pensando y les preguntó:
– ¿Por qué pensáis así? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: 'Tus pecados quedan perdonados' o decirle: 'Levántate, toma tu camilla y anda'? Pues voy a demostraros que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados.
Entonces dijo al paralítico:
A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
El enfermo se levantó en el acto, y tomando su camilla salió de allí a la vista de todos. Así que todos se admiraron y alabaron a Dios diciendo:
– Nunca habíamos visto nada semejante."

Ayer Marcos nos presentaba a los marginados, a los despreciados, en la figura del leproso. Hoy nos encontramos con el paralítico. Ante la sorpresa de todos, antes de hacerlo andar le perdona los pecados.
Es el mal el que nos paraliza. Nuestros pecados no nos dejan movernos por el camino del bien, siguiendo a Jesús. Necesitamos el perdón para poder andar.
Los "religiosos" se escandalizan de que Jesús perdone los pecados. Es entonces cuando le dice que se levante y tome su camilla. El perdón de Jesús es curar al hombre. El perdón de Jesús es el que hace que el marginado deje de serlo, el paralítico comience a actuar y el ciego sepa ver a Dios presente en el otro.
Si queremos andar, si no queremos ser paralíticos ante la vida, debemos pedir perdón de nuestros egoísmos, de nuestra falta de amor. Porque es esto lo que de verdad nos paraliza.

2 comentarios:

  1. Pero como había mucha gente y no podían llegar hasta Jesús, quitaron parte del techo encima de donde él estaba, y por la abertura bajaron en una camilla al enfermo. Cuando Jesús vio la fe que tenían, dijo al enfermo:
    – Hijo mío, ....... NO PODIEN ARRIBAR A JESÚS !!!...

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  2. Jesus ens diu moltes vegades axecat i vine pero no l'escoltem .tenim massa feina masses preocupacioms masses escuses .Lleixi les teves reflexions majuden molt gracies

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