domingo, 1 de enero de 2017

QUE EL AÑO QUE NACE...


Que el año que nace, Señor,
traiga las alforjas ligeras,
pero llenas de estrellas que hagan brillar
en todos los rincones la paz y las flores;
que a hombres y mujeres nos empape
las entrañas de vida e ilusión,
para que germinen y fructifiquen;
que nos ofrezca gratis y sin interrogantes
lo que soñamos muchas veces
cuando estamos despiertos y sin preocupaciones.

Que el año que nace, Señor,
demos la espalda a los miedos
y abordemos de frente las dificultades;
abramos el corazón a la ternura
y despejemos la mente de problemas;
sepamos desprendernos de lo innecesario
para no cansarnos en nuestro caminar diario;
y que, a pesar de nuestras diferencias,
mantengamos el respeto y la flexibilidad,
y el cuerpo y el espíritu gráciles.

Que el año que nace, Señor,
dispongamos de ganas y tiempo
para escuchar y dialogar con los amigos
y, también, con los que van por otros caminos;
que reciba, antes que nada, efusivamente,
nuestros piropos y besos apasionados,
para que no se nos presente como extraño;
que tenga cosquillas para poder despertarlo,
le gusten las nanas para dormirlo
y no llore mucho aunque nos equivoquemos.

Qu el año que nace, Señor,
busquemos con paso firme y mucho equilibrio
una sociedad más justa y tu Reino,
y la felicidad que hay en el camino;
y que nada nos haga perder tesoro tan preciado.
Que lo aceptemos con respeto y humor,
y nos relajemos un poco más de lo habitual
aunque sigamos con la perenne crisis
que se ha instalado en nuestro mundo y corazón.

Que el año que nace, Señor,
sea para todos sorprendente y feliz,
y el mejor regalo de tu corazón de Padre.

(Florentino Ulibarri)

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