viernes, 17 de junio de 2016

¿DÓNDE ESTÁ NUESTRO CORAZÓN?


"No acumuléis riquezas en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar. Acumulad más bien vuestras riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye, ni las cosas se echan a perder, ni los ladrones entran a robar. Porque donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón.
Los ojos son como la lámpara del cuerpo. Si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo será luminoso; pero si tus ojos son malos, todo tu cuerpo será oscuridad. Y si la luz que hay en ti resulta ser oscuridad, ¡qué negra no será la propia oscuridad!"

En este evangelio Jesús nos pide dos cosas. Que nuestro corazón sea libre y nuestra mirada pura.
Por desgracia, en nuestra sociedad, el corazón se encuentra atado al dinero. La economía es la que manda en el mundo. Esto hace que reine la desigualdad y que cada día seamos menos fraternos. Si no dejamos entrar a los refugiados en Europa, es por cuestión económica. Todas las guerras tienen una sola causa: la economía; dominar unos sobre otros.
Mirad las diferencias entre lo que cobra un maestro y el asesor de un banco. O la diferencia entre lo que cobra un médico y el gestor del hospital. 
Por otro lado, nuestra mirada es cada vez más turbia. Vemos malicia, malas intenciones, por todas partes. Vemos al otro como un enemigo, como un oponente; no como un hermano. Todo ello hace que vivamos en la oscuridad.

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