viernes, 19 de diciembre de 2014

PARÁBOLA (45)


Se me mostró una llave que abría la puerta al amanecer y un cerrojo que la cerraba por la noche. Y escuché estas palabras:
- Haz de la oración la llave del día y el cerrojo de la noche. Empieza y acaba el día uniéndote a Dios.

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