jueves, 30 de junio de 2011

EL ANACORETA Y LAS EXPERIENCIAS


Un grupo de personas narraba en un programa de televisión experiencias de su vida. En un intermedio, el Anacoreta dijo a su joven seguidor:
- Realmente son muy importantes las experiencias, nuestras vivencias...Las hay que cambian nuestra vida. Si no, corremos el peligro de movernos en la simple teoría. Pero...
El joven seguidor sonrió, porque esperaba este pero.
- Pero...nuestra sociedad abusa de ellas. Incluso crea un mercado de experiencias. Fíjate en cuántos anuncios nos prometen una experiencia inolvidable. Hasta cosas tan corrientes como lavar la ropa o fregar el suelo, nos lo presentan como una sublime experiencia si usas tal o cual producto...Y es que a todo se le llama experiencia.
El joven repuso:
- Sí, pero pequeñas cosas también podemos transformarlas en experiencias...
Sonrió el anciano y respondió:
- Sí, claro. Cuando vivimos con intensidad cada instante. Pero el problema nos viene de fuera. Es ese mercado de experiencias que nos ofrece la sociedad, en el que lo que importa es el número, no la calidad. Lo que le interesa a ese mercado es la permanente novedad. Y eso no nos deja profundizar en las experiencias, con lo que dejan de serlo y no cambian nada en nuestra vida.
Se detuvo unos instantes y concluyó:
- Un instante es experiencia, por sencillo que sea, si sabemos hacerlo eterno. Si queda grabado para siempre en nosotros...
  

miércoles, 29 de junio de 2011

LOS RITOS


Nos quejamos de que hemos reducido la religión a ritos y dogmas. Pero ritos y dogmas son necesarios. Ritos cargados de sentido y dogmas hechos vida...De los dogmas hablaremos otro día.
Nos ocurre que, mientras desacreditamos los ritos en la religión, la sociedad instaura ritos laicos. Desde el simple soplar unas velas el día del aniversario, pasando por ceremonias de inauguración de Campeonatos del Mundo y Olimpiadas, hasta el "bautismo" de un barco, son ritos laicos. El matrimonio civil, que podría limitarse a la firma de un contrato, se rodea de una ceremonia con lecturas y un pequeño "sermón" del funcionario o de alguno de los asistentes. En Francia existe el "bautismo republicano" para los niños. Y los entierros laicos se rodean de música y ritos de despedida.
Existen los ritos, porque el hombre los necesita. Los ritos nos unen a lo sagrado. Palabra que tomo en su sentido amplio; para el creyente, sagrado es todo aquello, que en el mundo o en nuestra vida nos revela la existencia, la presencia o la actividad de Dios.(Louis Bouyer); para el ateo sagrado es todo aquello que le remite a aquello que da sentido profundo a su vida.
El problema surge cuando el rito se desvirtúa. Cuando se convierta en rutina. Cuando no entendemos los símbolos que lo forman. Cuando lo transformamos en magia.
Cuando se participa de la Eucaristía por mera obligación, el rito pierde su valor y deja de religarnos a lo sagrado. Si sus símbolos se vuelven obsoletos, sus elementos no nos dicen nada, es evidente que el rito no puede unirnos a lo sagrado. Cuando el rito, en vez de llevarnos hacia Dios, se cierra en sí mismo y se le da valor por sí mismo, en vez de referido a lo trascendente, lo convertimos en magia. Y esto último nos ocurre cuando damos más importancia a las palabras, los gestos, los vestidos, que a la unión que el rito debe procurarnos con Dios y con nuestros hermanos, en los que Él está presente.
Cometemos un error si eliminamos los ritos de la vida de los niños. La sociedad les proporcionará otros. De lo que se trata es de hacérselos comprensibles, de hacerles descubrir su verdadero y auténtico sentido.     

martes, 28 de junio de 2011

EL ANACORETA Y LAS HUELLAS


Y se incendió el desierto. Me preguntaréis, qué se puede quemar en un desierto. En el del Anacoreta había unos matojos resecos y escuálidos, que, sin saber cómo, empezaron a arder. Nadie supo de dónde vino el fuego, ni hacia dónde fue. La oveja del Anacoreta, asustada, también desapareció. La leche que les proporcionaba era una de las fuentes nutritivas para el Anacoreta y su discípulo.
El desierto quedó cubierto por una capa de ceniza que ocultaba las huellas de la oveja. Tomó el discípulo una escoba de ramas de brezo y empezó a barrer con furia buscando las huellas de la oveja. El Anacoreta lo contemplaba sonriendo. Pasaron unos minutos, el discípulo sudaba  sudaba por todos sus poros y las huellas no aparecían. Cuando el discípulo dejó cansado la escoba, el Anacoreta se agachó y, con suavidad, empezó a soplar sobre las cenizas. Al poco rato aparecieron, nítidas, las huellas de la oveja. Siguieron la dirección que indicaban y no tardaron en encontrar, refugiada en una oquedad de la roca, su oveja preciada.
Cuando regresaron a la cueva dijo el Anacoreta al discípulo:
- Barriendo con la fuerza que lo hacías, barrías ceniza y huellas a la vez. Lo mismo pasa con las personas. No es con fuerza y violencia como lograrás que aflore lo bueno que hay en ellas. Sopla con ternura sobre su corazón, y, por mala que sea, aparecerán las huellas de Dios.
Y, como el sol ya se ocultaba tras el horizonte, se dispusieron a rezar Vísperas...  
(Publicado en La Cueva del Anacoreta hacer tres años)

lunes, 27 de junio de 2011

EL ANACORETA Y LA PEREZA MENTAL


Aquel joven le dijo que al siguiente curso ya no se matricularía en la Facultad de Teología.
- Estos estudios me llenan de dudas. Prefiero la seguridad que me da el Catecismo. Con ello ya tengo suficiente para mi Fe
El Anacoreta lo miró con cierta tristeza y le dijo:
- Hijo mío. A eso se le llama pereza mental...Y si lo que dice el catecismo no lo haces tuyo, no lo reflexionas, no lo interiorizas, no te vale de nada. La Fe no nos dispensa del esfuerzo de la búsqueda, porque la Fe es dinámica y crece y se transforma a medida que lo hacemos nosotros.
Buscó un libro en la biblioteca y leyó en voz alta:
- "Es necesario evitar todo tipo de pereza espiritual. Se dice que el católico no estudia, no busca, no sufre, no experimenta el sublime tormento de la duda, de las tentativas, del movimiento espiritual continuo. ¿No es más grande Ulises, esforzándose ' a divenir del mondo esperto edelli vizi humani e del valore '(llegar a ser experto del mundo, de los vicos humanos y del valor)(Dante, Inf. 26), que la tranquila Penélope?"
Dejó el libro y concluyó:
- ¿Sabes de quién es este texto? De Pablo VI (Insegnamenti, IV (1966) 925.) Hijo mío la auténtica Fe nos exige dudar, buscar, cuestionarnos. Estudia, pero no para "saber" cosas. Hazlo para fundamentar tu conocimiento. Esto fundamentará también tu Fe...

domingo, 26 de junio de 2011

EL PAN DE VIDA: EL SACRAMENTO DEL AMOR...

"Jesús añadió:
- Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propio cuerpo. Lo daré por la vida del mundo.
Los judíos se pusieron a discutir unos con otros:
– ¿Cómo puede este darnos a comer su propio cuerpo?
Jesús les dijo:
– Os aseguro que si no coméis el cuerpo del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida. El que come mi cuerpo y bebe mi sangre tiene vida eterna; y yo le resucitaré el día último. Porque mi cuerpo es verdadera comida, y mi sangre verdadera bebida. El que come mi cuerpo y bebe mi sangre vive unido a mí, y yo vivo unido a él. El Padre, que me ha enviado, tiene vida, y yo vivo por él. De la misma manera, el que me coma vivirá por mí. Hablo del pan que ha bajado del cielo. Este pan no es como el maná que comieron vuestros antepasados, que murieron a pesar de haberlo comido. El que coma de este pan, vivirá para siempre.
Jesús enseñó estas cosas en la reunión de la sinagoga en Cafarnaún."


Es importante situar los textos de la liturgia en su contexto. El fragmento de hoy pertenece al discurso de Jesús, pan de Vida. Acababa de multiplicar los panes y había llegado hasta los discípulos caminando sobre las aguas. Admirados, le preguntan qué deben hacer para actuar conforme a Dios. Con estas palabras, Jesús quiere explicarles el sentido de la multiplicación de los panes, que es precisamente el sentido de la Eucaristía, de la Comunión. En el Evangelio de Juan no encontramos en la Última Cena la institución de la Eucaristía, reemplazada por Jesús lavando los pies de sus discípulos. Sin embargo encontramos en este evangelio las palabras más profundas  sobre la Eucaristía.
Carne y sangre, para los judíos, y para Jesús que lo era, tenían el siguiente sentido: carne era la totalidad de la persona. Sangre, era la vida. Como la vida sólo pertenece a Yavé, de ahí la prohibición de comer sangre, que se vertía simplemente sobre el altar para devolverla a Dios. Podemos imaginarnos la sorpresa de los discípulos  al oírle decir, que su carne es verdadera comida y que su sangre es verdadera bebida. Y que el que come su carne y bebe su sangre comparte la vida con Él.
Jesús quiere señalarnos dos cosas. Primero, que Él se ha hecho verdaderamente humano como nosotros. Ese pan y ese vino son Él mismo, su persona y su vida, que se nos ha entregado hasta dar su vida por nosotros. Segundo, que comer ese pan y beber ese vino nos hace a todos hijos de Dios con Él, nos transformamos en Él. Esa idea tan bella que llamamos el Cuerpo Místico, por la que todos formamos, cada uno desde su pequeñez, un sólo Cuerpo con Cristo.

Es triste oír decir, yo soy cristiano pero no practicante. Que significa llanamente que no participamos de la Eucaristía. Porque eso quiere decir que estamos muy lejos de haber captado su importancia. Cierto que muchas veces la misa no nos ayuda a vivir ese significado de la Eucaristía. Que sus ritos y ceremonias se nos hacen incomprensibles. Pero si hoy día los cristianos no transmitimos al resto de los hombres la verdadera Vida, es  porque no vivimos ese momento especial en el que Jesús se hace presente en medio de nosotros, dentro de nosotros, y en el que todos hemos de sentirnos hermanos unidos en el Uno. La Eucaristía es el sacramento del Amor. Amor de un Dios que se nos da y Amor que debemos tenernos todos los humanos. De nada nos sirve guardar la Eucaristía en la oscuridad de una iglesia o sacarla a la luz del día en una custodia de oro y piedras preciosas, si no participamos de ella. Y participar de ella es transformarnos en Él. Hacernos solidarios y hermanos de todos los hombres. Dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, cuidar al enfermo... Dar nuestra vida como la dio Él.
Participar de la Eucaristía por obligación, por rutina, es despojarla de todo su sentido. Se trata, como nos dice el texto de hoy, de VIVIR por ÉL. Intentar ser otro Cristo. Él se conforma con que lo intentemos. El resto lo pone Él...


viernes, 24 de junio de 2011

EL ANACORETA Y LA MISERICORDIA


Hablaban tomando el fresco en la terraza mientras veían estallar en mil colores los cohetes de la verbena de san Juan. El Anacoreta comentó:
- Hay palabras que tienen mala prensa. El otro día hablamos de compasión, pues lo mismo ocurre con misericordia.
Se paró contemplando una palmera dorada que acababa de abrirse en el cielo.
- Creemos que el que se compadece o el misericordioso se colocan por encima del otro. Que es una actitud de superioridad.
Al final de la calle alguien encendió una traca y esperó a que finalizara.
- Compasión es padecer con... Y misericordia viene de misere cordare, que significa dar el corazón a quien lo necesita. No son ideas de superioridad, sino de estar con, de compartir. Está más de moda hablar de empatía.
Rió y añadió:
- Curiosamente empatía tiene la misma etimología que compasión, pero se deriva del griego: em-pathos, padecer con...
Y siguieron contemplando los cohetes que estallaban o se abrían en el cielo de la ciudad.

jueves, 23 de junio de 2011

EL ANACORETA Y EL RESPETO


Aquel médico dijo al Anacoreta alargándole un folleto:
- Aquí tiene la lista de sus derechos. Y este otro papel es el consentimiento informado que debe firmar para que pueda hacerle la intervención.
Al salir de la consulta el Anacoreta dijo a su joven seguidor:
- Hemos pasado del paternalismo, en el que el médico decidía qué era lo mejor para el enfermo, al que, para no asustarlo ni tan siquiera se le informaba de su enfermedad, a la frialdad de un contrato de derechos y responsabilidades.
Ya en la calle prosiguió:
- Lo que debería prevalecer es el respeto. Respeto deriva del latín re-spicere, es decir remirar, volver a mirar, mirar con detención. El médico tiene ante sí una persona, no unos derechos. Si la respeta, mirará con detenimiento qué es lo que más le conviene, que es diferente para cada persona. No se puede convertir la medicina en algo maquinal. "Tengo que quitarle un riñón. Aquí tiene sus derechos y firme aquí dándome el consentimiento (y así me quito responsabilidades)
Se detuvo y concluyó:
- Una de las cosas por las que hay que luchar para humanizarlas, es la medicina...

miércoles, 22 de junio de 2011

SOCIEDAD DEL BIENESTAR


Nos la presentaron como la gran conquista a realizar. No sé si ya estaba conquistada o no, pero ahora se nos repite por todos los frentes que nos la están desmantelando. Y yo me pregunto: ¿a qué llamamos sociedad del bienestar? Mucho me temo que la reducimos al bienestar económico. Y el bienestar es mucho más que tener de todo. Es más creo que es algo muy distinto del tener. Siempre recordaré a aquellos niños africanos, que tras recorrer varios kilómetros a pie, descalzos, con las sandalias en una mano (para no gastarlas) y en la otra un cartapacio y una libreta, que comerían a mediodía un poco de garí y unos pocos cacahuetes con agua o algo de arroz, si su madre el día anterior había tenido un buen día en el mercado, para volver por la tarde otra vez de la misma manera a casa. A esos niños les preguntabas  como estaban y te respondían con una gran sonrisa: "très bien, mon frère". Y lo mismo sus madres en el mercado, en el campo, verdaderos motores de la familia. No tenían casi nada y se encontraban bien.
El bienestar comprende todos los aspectos de la persona. El material, claro que sí. Aquellos niños estarían mejor si pudieran comer tres veces al día como los nuestros...Pero también los aspectos sociales, culturales y espirituales. Y me temo que en estos tres nos llevaban delantera. Su sociedad, el sentido de clan les daba una cohesión, que hemos perdido en nuestra sociedad. Cultural, sí. A ellos a los que algunos querían culturizar, sin darse cuenta que aquella cultura era tan ancestral como la nuestra y más adaptada al mundo en que vivían.  Y nos ganaban en espiritualidad. Tanto si eran animistas como cristianos. Para ellos todo era sagrado. 
Uno tiene la impresión, que la sociedad del bienestar, tal como la entendemos nosotros, ha sido el invento para que unos pocos se enriquezcan a costa de los demás. ¿Nuestro estilo de sociedad del bienestar reducida a lo económico, se puede generalizar a todo el planeta? ¿El precio de nuestra sociedad del bienestar no es acaso dejar al resto de la humanidad en la más absoluta miseria?
No nos engañemos. La inmigración y el terrorismo son dos frutos de esta sociedad del bienestar. Los primeros huyen de sus países porque quieren participar de ella, y esa es, aunque luego resulte que no, la única forma de hacerlo. Los segundos, como no tienen nada que perder intentan destruir a los causantes de su miseria.
Creo que debemos reflexionar seriamente sobre qué sociedad queremos...Sobre cómo llevarla a cabo, aunque no sea tan bonita como que unos pocos lo tengamos todo al alcance de la mano...Hemos de aprender el verdadero significado de la solidaridad. Una sociedad plenamente solidaria, posiblemente, sería una sociedad del auténtico bienestar. 

martes, 21 de junio de 2011

CRISIS DE CONFIANZA


Uno de los factores más importantes de la crisis actual es la falta de confianza recíproca. Quizá por la falta de base ética y moral que padece nuestra sociedad. No puede haber relaciones humanas aceptables sin confianza. Desde la amistad, el matrimonio, la familia...hasta la política. Aquellos tiempos en que un contrato se cerraba con un apretón de manos y unos vinos en la taberna, han pasado a mejor gloria. Ahora hay que buscar la ayuda de un asesor y leerse la letra pequeña tres veces, antes de echar una firma en un documento.
Pero la desconfianza no sólo reina en los negocios. El poder político y el poder judicial no gozan de mejor diagnóstico. Ya casi nadie cree que los políticos busquen el bien del pueblo. Su preocupación principal parece ser los intereses de su partido. Esto es grave, porque el malestar que se va generalizando, puede llevarnos a caminos sin retorno. Junto a propuestas y slogans interesantes de los indignados, aparecen otros absolutamente inaceptables y peligrosamente populistas. No se trata de desmontar la democracia, sino de hacerla verdadera y eficaz. Hay que encontrar la forma  de volver a generar la confianza recíproca. Si el resultado de toda esta movida es seguir echándose las culpas unos a otros y nadie se sienta a dialogar y a reflexionar, qué hacemos y cómo  hacemos para resolver la crisis, veo el futuro muy negro. Si los políticos siguen por su lado acatando lo que dictan las cuatro grandes potencias y los indignados siguen por el otro creando desorden, convirtiendo las plazas en un gallinero, no solucionaremos nada. Y creo que el paso les toca darlo ahora a los políticos...

lunes, 20 de junio de 2011

EL ANACORETA Y LA DISCRIMINACIÓN


Aquel político criticaba a los emigrantes a los que llamaba despectivamente "moros", "negros" y "sudacas". El Anacoreta, molesto, cambió de canal. Se giró hacia su joven seguidor y dijo:
- ¿Cuándo comprenderemos que lo que somos no es mérito nuestro, sino que nos ha sido dado? ¿Que no hemos escogido nuestra raza, nuestro país, nuestro lugar de nacimiento? ¿Cuándo sabremos explicarle a nuestros hijos, que aquel niño nacido en una chabola, que hace cada día kilómetros para ir y volver andando de la escuela, es mejor que él perdiendo el tiempo jugando con la PlayStation y recibiendo suspenso tras suspenso? ¿Cuándo comprenderemos los adultos, que no valemos por lo que tenemos, sino por lo que hacemos y que todos tenemos la misma dignidad humana, porque nuestra raza, nuestra posición social...nos ha sido dada, y que si desperdiciamos lo que se nos ha dado no valemos nada?
Miró al joven a los ojos y concluyó:
- Lo que importa no es dónde hemos nacido, sino lo que hacemos para crecer como personas a partir de nuestro nacimiento...,de lo que a cada uno le ha sido dado. 

domingo, 19 de junio de 2011

EL REGALO...


"Tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo.
El que cree en el Hijo de Dios no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios."

El evangelio de hoy es un fragmento de la conversación nocturna de Jesús con Nicodemo. Las tres lecturas de hoy nos hablan del Amor de Dios. En la primera, en el monte Sinaí, Dios dice a Moisés: "Yo soy el Señor, Dios compasivo y benigno, lento para castigar, fiel en el amor." Pablo, en la segunda carta a los Corintios, nos dice: "Hermanos, estad contentos, animaos, vivid en paz, y el Dios del amor y de la paz permanecerá en vosotros."
El evangelio nos habla de un regalo: Jesús. Enviado al mundo para salvarlo, no para condenarlo. Hay muchas personas a las que no les gusta este concepto de salvación. Exclaman: ¿De qué me han de salvar a mi? Luego protestarán de las injusticias en este mundo, de la maldad, de los opresores...Pues precisamente de eso vine a salvarnos Jesús: de nuestros egoísmos.
Si creemos en Él seremos salvados. Este fragmento lo hemos utilizado erróneamente demasiadas veces, condenando a los que no son de los nuestros. Fuera de la Iglesia no hay salvación, se decía hasta no hace mucho. Y es que olvidamos con frecuencia que Jesús no es una ideología, una doctrina, unos dogmas...Jesús es el hermano hambriento, sediento, desnudo, caído bajo la tiranía y los abusos de la sociedad. El Jesús que grita: "Padre, por qué me has abandonado." El Jesús que perdona antes de morir. Por eso todo aquel que sabe amar, que da su vida por los otros...es el que se salva. Porque estos son los que creen en Él, aunque no lo conozcan y aunque rechacen esa falsa imagen que, a veces, nosotros les mostramos diciéndoles que es Jesús. Aceptar a Jesús es aceptar a nuestros hermanos.
Hoy leemos estas tres lecturas porque la Trinidad es una historia de amor. Ciertamente es un misterio y como cuenta la leyenda que le dijo aquel niño a Agustín, antes llenaremos un pozo en la arena con las aguas del mar, que logremos entender ese misterio. Agustín no hizo mucho caso, porque escribió un tratado sobre la Trinidad. Pero también dejó una imagen sencilla y bella de la Trinidad: El Padre es el Amante, el Hijo es el Amado y el Espíritu es el Amor. Y nosotros, por la Encarnación, somos hijos en el Hijo. Formamos parte de esa historia de amor.
Por eso nuestra tarea en este mundo es ser testimonios de este Amor. Ser cristiano es luchar por hacer de este mundo un mundo mejor. Un mundo fraterno, solidario, de paz. Hacer que el Reino ya comience aquí. Somos débiles y frágiles. No se nos piden milagros. Solamente que intentemos amar...  

sábado, 18 de junio de 2011

LA MÚSICA DEL SÁBADO: MOMENTOS DE PAZ

(Ayer por la noche me saltó el texto antes de colgar el vídeo. Esta es la entrada completa)
Por sencillo que sea nuestro discurso,
nunca lo será bastante.
Por sencillo que sea nuestro pensamiento,
nunca lo será bastante.
Por sencillo que sea nuestro amor,
nunca lo será bastante.
Lo único que queda es la sencillez del alma en Dios
o, mejor, la sencillez de Dios.
(Thomas Merton)



viernes, 17 de junio de 2011

MÚSICA DEL SÁBADO: MOMENTOS DE PAZ

Por sencillo que sea nuestro discurso,
nunca lo será bastante.
Por sencillo que sea nuestro pensamiento,
nunca lo será bastante.
Por sencillo que sea nuestro amor,
nunca lo será bastante.
Lo único que queda es la sencillez del alma en Dios
o, mejor, la sencillez de Dios.
(Thomas Merton)

SEQUÍA...


Como hice ayer con el escrito  anterior, estoy escribiendo de noche. Lo colgaré de mañanita. La mayor parte del día la paso en el hospital. Por eso no puedo publicar a la hora que suelo hacerlo. Al levantarme tengo que ayudar a uno de los ancianos y hacerle una cura. Es al acabarla que cuelgo el post. Luego desayunar algo y salir corriendo para el Valle de Hebrón donde tengo a otro internado. Allí hasta las cuatro. Volver a casa para recoger a otro y llevarlo al ICO, del Duran y Reynals. Eso cada día.
Esto hace que me encuentre "seco" y me cueste encontrar tema para escribiros. Pero no quiero pasar sin hacerlo. Al menos puedo compartirlo con vosotros. Ya sé. Cada uno podría contarme su jornada y seguramente me haríais enrojecer de vergüenza. Espero que mañana esté más inspirado...

jueves, 16 de junio de 2011

AL DÍA SIGUIENTE...


Aparece hoy, pero lo medité anoche. Tras los sucesos de ayer en Barcelona me vino a la memoria este texto de Thomas Merton, que quiero compartir con vosotros.
"Así, el solitario no puede sobrevivir mientras no sea capaz de amar a todos sin importarle el hecho de que probablemente todos le consideren un traidor. Sólo el hombre que ha alcanzado plenamente su propia identidad espiritual puede vivir sin necesidad de matar y sin necesidad de una doctrina que le permita matar con buena conciencia. Siempre habrá un lugar, dice Ionesco, 'para las conciencias aisladas que se hayan alzado en favor de la conciencia universal', así como contra el ánimo de la masa. Pero su lugar es la soledad. No tienen otro. Por eso es el solitario (en la ciudad o en el desierto) quien hace a la humanidad el inestimable favor de recordarle su verdadera capacidad de maduración, de libertad y de paz."
Sólo lograremos un mundo mejor con estos auténticos solitarios...

miércoles, 15 de junio de 2011

EL TEMPLO DEL UNIVERSO



A lo largo de la historia los hombres hemos sembrado el mundo de lugares sagradas. No nos hemos dado cuenta de que no hay ningún lugar que sea sagrado "per se". Somos nosotros quienes sacralizamos los lugares. En el Antiguo Testamento Abraham, Jacob, Moisés... declaraban un lugar sagrado, cuando en él habían tenido una experiencia interior, un encuentro con lo divino...Nosotros no nos damos cuenta de que todo el universo es sagrado. Cada lugar es un templo si  somos conscientes de la presencia de Dios en nosotros. Si quisiéramos, podríamos transformar el mundo en un inmenso templo. Esa es la idea de fondo que tuvo Gaudí al proyectar la Sagrada Familia. Y eso lo escribió Orígenes en el siglo III.
"Tú que sigues a Cristo y que lo imitas,
tú que vives de la palabra de Dios,
tú que meditas en su ley noche y día,
tú que te ejercitas en sus mandamientos,
tú estás siempre en el santuario y nunca sales de él.
Porque el santuario no hay que buscarlo en un lugar,
sino en los actos, en la vida, en las costumbres.
Si son según Dios,
si se cumplen conforme a su mandato,
poco importa que estés en tu casa o en la plaza,
ni siquiera importa que te encuentres en el teatro;
si sirves al Verbo de Dios, tú estás en el templo,
no lo dudes."
(Orígenes, homilías sobre el Levítico, 12,4)
 Servir a los demás, entregar nuestra vida...es hacer del Universo el lugar de la verdadera y auténtica Liturgia. Lo importante es que, juntos, formamos un templo de piedras vivas...

martes, 14 de junio de 2011

EL ANACORETA Y LO QUE PUDO SUCEDER...



Aquel hombre se lamentaba de sus decisiones pasadas. Acababa de enterarse de que la muchacha de la que estuvo enamorado en su juventud se había divorciado y había sido víctima de violencia doméstica. Él también se había divorciado. Se preguntaba:
- ¿No fue un error no haber seguido nuestra relación? Quizá ahora seríamos los dos un matrimonio feliz y no unos fracasados como somos ahora...
El Anacoreta lo miró con ternura y le dijo:
- Mira. Pensar en lo que pudo haber sido si hubiésemos tomado en su momento otras decisiones, es tiempo perdido. Tú mismo dices: Quizá ahora seríamos...Exacto, quizá sí, pero también quizá no. Nunca podremos saber hasta qué punto decisiones distintas habrían cambiado nuestra vida.
Se detuvo un momento, puso una mano sobre el hombro de su interlocutor y añadió:
- Nosotros somos la suma de actos buenos y actos malos. De decisiones acertadas y otras erróneas. De casualidades y de decisiones y actos de los demás...Y así es como hemos de aceptarnos. Lo importante es intentar sacar el máximo provecho de lo que somos.
Lo miró sonriendo y concluyó:
- Lo que podríamos haber sido...no es más que una ilusión, algo irreal. Sólo existe lo que eres.

lunes, 13 de junio de 2011

SU ALIENTO...



Sopló sobre ellos... Veíamos ayer como con su aliento Jesús nos transmite su Espíritu, como una nueva creación. Job dice: Todo volvería a ser polvo si tú retiraras tu aliento de nosotros. El padre Fernández Moratiel, en el siguiente texto, nos ayuda a ser conscientes de este aliento de Vida:
" Todo volvería a ser polvo si tú retiraras tu aliento de nosotros. Así hablaba Job, un gran observador. Todo en este mundo, en esta tierra, vive gracias al soplo de vida. Todo vive gracias a la presencia de ese dinamismo y esa energía. También el hombre. Vivimos gracias a Otro.
Job confiesa que vive gracias a Dios.
Vivimos porque Otro se ocupa de nosotros, nos respira. La respiración no es nuestra, nos es dada; no depende de nuestra decisión o voluntad, nos transciende.
Vivimos gracias a que Otro se dedica y se ocupa enteramente de nosotros, Dios.
A veces uno se queja de que los demás no se ocupan de nosotros, pero hay Otro que se ocupa de nosotros, y el reconocerlo y confesarlo es fuente de alegría.
Vives porque Otro se dedica enteramente a ti. Deja que esta verdad te inunde de gozo divino. Puede que esta conciencia te lleve un día a dedicarte a los demás, enteramente, sin buscar nada.
Todo volvería a ser polvo si Tú retiraras tu soplo. Vives gracias a Él."
("La alcoba del silencio", José Fedrnández Moratiel, Ed Desclée de Brouwer)

No se trata de quietismo...La consciencia de que vivimos sostenidos por Dios, ha de impulsarnos a dedicarnos enteramente a los demás.

domingo, 12 de junio de 2011

EL ESPÍRITU: EL REGALO DE UNA NUEVA CREACIÓN




"Al llegar la noche de aquel mismo día, primero de la semana, los discípulos estaban reunidos y tenían las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo:
– ¡Paz a vosotros!
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. Luego Jesús dijo de nuevo:
– ¡Paz a vosotros! Como el Padre me envió a mí, también yo os envío a vosotros.
Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió:
– Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonéis, les quedarán sin perdonar."

El evangelio de Juan nos presenta la venida del Espíritu Santo casi al mismo tiempo que la Resurrección. Ya hemos dicho varias veces, que este evangelio es el más teológico y no se rige por criterios históricos. Agrupa los hechos en bloques, para transmitirnos un mensaje. En la primera lectura, Lucas coloca este hecho a los cincuenta días de la Resurrección, coincidiendo con la fiesta judía de Pentecostés y así lo celebramos litúrgicamente. Juan nos dice que la venida del Espíritu Santo no es cosa de un día. Jesús nos regala cada día con su Espíritu, empezando el día del bautismo y siguiendo   cada momento en que intentamos seguir su camino, la misión que Él nos ha encomendado. Es la consecuencia de la Pascua.
Los apóstoles tenían miedo. Jesús empieza por entregarles, por desearles la paz. Una paz, que no les encerrará en sí mismos. No la paz como nosotros la entendemos,  la tranquilidad, la ausencia de problemas . La paz que Jesús les da, les hará salir de ellos mismos, perder el miedo y sentirse enviados, obligados a comunicar la gran alegría que sienten a todo el mundo. ¿Qué sentirían aquellos primeros cristianos, que la presencia del Espíritu se hacía palpable en ellos, que atraían a la gente hacia ellos?
Juan no habla de fuerte viento ni de lenguas de fuego. Jesús les transmite el Espíritu soplando sobre ellos. Esto nos remite al Génesis, a Dios soplando sobre el barro y creando al hombre. La venida del Espíritu Santo es una nueva creación. Si realmente somos conscientes de esa presencia, de esa fuerza en nosotros, hemos de ser "hombres nuevos". El Espíritu nos hace hombres nuevos. La Iglesia primitiva fue consciente de esa presencia. Florecían los distintos carismas. Cada uno, desde su diversidad, luchaba por comunicar el Amor de Cristo a toda la humanidad. Basta releer los Hechos de los Apóstoles. 
No sé si hoy somos conscientes de este don. Hablamos del Espíritu, pero quizá estamos muy lejos de dejarnos "crear" por Él y hacernos hombres nuevos.¿Dejamos en la Iglesia, que sea el Espíritu quien la dirija, o nos dejamos llevar por nuestro ego, nuestras ansias de poder, la intolerancia?
Sin el Espíritu Santo, escribía Pagola en un estupendo folleto: “las puertas de la Iglesia se cierran, los carismas se extinguen, la comunión se resquebraja, el pueblo y la jerarquía se separan, la comunicación se debilita, el debate fraterno es sustituido por la polémica o la mutua ignorancia, se produce el divorcio entre teología y la espiritualidad, la catequesis se hace adoctrinamiento, la autoridad se degrada en dictadura, la vida moral cristiana en moral de esclavos, la libertad de los hijos de Dios en asfixia, surge el fanatismo, la vida de la Iglesia se apaga en la mediocridad”. (Fidelidad al Espíritu en situación de conflicto pág. 16). A buen entendedor...
Para Juan , y por eso asocia el tema del perdón al del Espíritu, el principal fruto, es la reconciliación universal: la auténtica y verdadera fraternidad. La Unidad entre todos es el gran tema de Juan en la Última Cena. El perdón, fruto de esa Unidad, lo asocia a la recepción del Espíritu.
Todos debemos hacer el esfuerzo de dejarnos guiar por el Espíritu. Para ello es necesario vaciarnos de nosotros mismos, hacernos hombres nuevos capaces de construir un mundo nuevo, para que Él pueda llenarnos con su plenitud. Para que todos podemos ser Uno en Él.

sábado, 11 de junio de 2011

viernes, 10 de junio de 2011

EL ANACORETA Y EL SUPERIOR RECIÉN ESTRENADO



Lo acababan de nombrar superior en una comunidad de ancianos. Muy animado le decía al Anacoreta:
- Me voy a apuntar a un cursillo de "dirección comunitaria" y a otro de "acompañamiento al duelo", para desempeñar bien mi cargo.
Sonrió el anciano y le dijo:
- Sí. Muy bien. Pero no te olvides de amar a tus hermanos...
Y volvió a sus ocupaciones...

jueves, 9 de junio de 2011

EL ANACORETA Y LAS ETIQUETAS...



El Anacoreta se detuvo pensativo ante uno carteles, restos de la propaganda de las pasadas elecciones. Se giró hacia su joven seguidor y le dijo:
- Cuando he leído es las frases de propaganda, mi primera reacción ha sido: ¡Uff! lo dice fulanito...Ni siquiera me he detenido a reflexionar un instante en la frase. Es más. Soy incapaz de repetirla. ¿Sabes por qué? Porque he caído en la trampa de las etiquetas...
Siguió caminando mientras decía:
- Etiquetamos a las personas. Y según la etiqueta que les hemos colocado las escuchamos o no. Y no sólo a los políticos...A esos es a los que los etiquetamos con más facilidad, cierto. Basta ponerles la etiqueta de su partido. Pero hacemos lo mismo con los demás. Ese es un gandul, este un fantasma, aquel un engreído, el otro un prepotente...Y según esa etiqueta los escuchamos o no. Les hacemos caso o no.
Aprovechó un semáforo en rojo para detenerse unos instantes. Luego prosiguió:
- ¿Sabes? A Jesús también lo etiquetaron. Por eso sus vecinos no creían en él. Llevaba la etiqueta de "el hijo del carpintero". Y para los de Jerusalén era "el galileo". De allí nunca había salido nada bueno...y se evitaban así escucharle.
Pasó la mano sobre el hombro del joven y concluyó:
- Los prejuicios nos hacen mucho daño. Nos impiden escuchar la verdad y ver la bondad que hay en los otros...

miércoles, 8 de junio de 2011

EL ANACORETA Y LOS FRUTOS...



La televisión entrevistaba a un gran personaje. Era una persona de éxito a la que se presentaba como alguien de gran fuerza, control, fama...En los círculos mediáticos se le mostraba como ejemplo de persona triunfadora.
El Anacoreta movió la cabeza  en signo de desaprobación y comentó a su joven seguidor:
- Sin embargo, los frutos, los auténticos frutos no proceden del éxito, de la fuerza, sino de la vulnerabilidad.
Cerró la televisión y prosiguió:
- Los frutos se producen en el silencio, a lo largo de meses de lucha, de superar vendavales y heladas...Es quien se sabe vulnerable, el que día tras día, prosigue con su lucha tenaz y humilde. El que sabe que su familia es una estructura frágil, será quien cuidará todos los detalles para mantenerla viva...El que cuida el día a día en su trabajo, en su comunidad, en sus obras...es el que alcanza frutos.
Luego, mirando a los ojos del joven concluyó:
- Esa persona vulnerable, quizá un día la sociedad reconozca sus frutos y se transforme en una persona de éxito. Pero...pobre de ella  si olvida su vulnerabilidad. A partir de ese momento sus frutos cada vez serán menores...Y cuanto más alto se sube, más peligrosa es la caída...

martes, 7 de junio de 2011

EL ANACORETA Y EL VACÍO...



Se veía claramente que el joven seguidor estaba dándole vueltas a una cuestión. El Anacoreta sabía distinguir claramente ese no estarse quieto, esos suspiros y esas palabras sueltas pronunciadas en voz alta, que denotaban la preocupación del joven. Por eso se hizo el encontradizo, hasta que el seguidor le preguntó:
- No lo entiendo. Hablamos siempre de la plenitud de Dios, de vivir plenamente y los maestros espirituales nos hablan de vacío, de silencio, de la nada...
Sonrió el Anacoreta:
- ¡Ah! ¿Era eso?
Ante la sorpresa del joven seguidor, el anciano no respondió a la pregunta y le ordenó:
- Acércame la quesera.
La quesera, a falta de queso en esa casa, les servía para guardar cartas ya leídas, recortes de periódico que nunca más serían leídos, propaganda...Aquella mañana, hacía unos instantes que, ante su sorpresa, alguien les había mandado un queso manchego semi-curado de regalo.
- Vacíala de todas esas cosas inútiles y pon el queso dentro.
Luego, con una amplia sonrisa, miró al joven seguidor y le dijo:
- ¿Te das cuenta? Para llenar la quesera con un buen queso, primero hemos tenido que vaciarla de cosas inútiles. Pues eso es lo que nos dicen los maestros espirituales. Que vaciemos nuestra vida de cosas inútiles para llenarla de lo que es verdaderamente importante. A eso se refieren cuando hablan de vacuidad. No se trata de vaciar por vaciar...sino para poder alcanzar la plenitud.
Y le dió un pequeño manotazo al joven seguidor que ya se disponía con un cuchillo a cortar un trozo de queso, cuando aún no era la hora de la comida...

lunes, 6 de junio de 2011

REGRESO AL PADRE



"Hay una sola cosa importante sobre todas: el retorno al Padre.
Para que podamos salir limpiamente de en medio de todo lo transitorio e inconcluso: volver a lo Inmenso, a lo Primordial, a la Fuente, al Desconocido, a Aquel que ama y sabe, al Silencioso, al Misericordioso, al Sagrado, a Aquel que lo es todo. Buscar algo, preocupararse de algo que no sea esto, es sólo locura y enfermedad, pues ése es el entero significado y el núcleo de toda existencia, y en eso toman su justa significación todos los asuntos de la vida, todas las necesidades del mundo y de los hombres: todos apuntan a ese único gran regreso a la Fuente.
Todas las metas que no sean definitivas, todos los términos de la línea que podemos ver y planear como términos, son sencillamente absurdos, porque ni siquiera empiezan. El regreso es el fin más allá de todos los fines, y el comienzo de todos los comienzos.
El regreso  al Padre no es retroceder en el tiempo, enrollar el rollo de la historia, ni volver del revés nada. Es ir adelante, ir más allá, pues volver sobre los propios pasos sería una vanidad encima de la vanidad, una repetición del mismo absurdo al revés.
Nuestro destino es ir más allá de todo, dejarlo todo, apremiar adelante, hacia el Fin, y hallar en el Fin nuestro Comienzo, el Comienzo siempre nuevo que no tiene fin.
Obedecerle por el camino, para alcanzar a Aquel en quien he comenzado, y que es la clave y el fin, porque es el Comienzo."
(Thomas Merton)

domingo, 5 de junio de 2011

ESTÁ CON NOSOTROS...



"Los once discípulos fueron a Galilea al monte donde Jesús los había citado.
Al verlo se postraron ante él, los mismos que habían dudado.
Jesús se acercó y les habló así:
- Se me ha dado plena autoridad en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todas las naciones, bautizadlos para vincularlos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo y enseñadles a guardar todo lo que os mandé; mirad que yo estoy con vosotros cada día, hasta el fin de este mundo."

El término Ascensión puede llevarnos a confusión. El texto que nos presenta la Iglesia en este ciclo A, me gusta particularmente. Así concluye Mateo su evangelio. Juan Pablo II dejó aclarado que el Cielo no es un "lugar", sino un "estado", una forma de ser...Ni arriba, ni abajo...Con el Padre, pero entre nosotros: 'mirad que yo estoy con vosotros cada día, hasta el fin de este mundo.'
Jesús nos dice tres cosas:
- Que Dios le ha dado autoridad sobre todo. Al inicio de su vida pública, el evangelio nos muestra a Jesús en el desierto. Satanás lo sube a una montaña y le ofrece el poder sobre todo el mundo. Jesús lo rechaza. No es ese poder el que Él quiere. Hoy, sobre un monte de Galilea, nos dice que Dios le ha dado autoridad sobre todo. La autoridad que da el Amor, el haberse entregado hasta el final amando y perdonando...no el poder del dominio, que es el que ofrece este mundo, sino un poder creador, que despliega la vida.
- Que Jesús nos manda hacer discípulos...Naturalmente como los hizo Él. Con el ejemplo de su vida...No se trata de buscar personas adheridas ideológicamente al cristianismo. Se trata de conseguir personas que sepan vivir como Él vivió: amando, curando, dando la vista, perdonando, haciendo andar, buscando la justicia...Y naturalmente para ello hemos de empezar por ser discípulos nosotros. No se trata de buscar prosélitos, sino hermanos que compartan con nosotros la misma alegría.
- Y acaba diciendo que no nos abandonará nunca. Por eso me gusta el dibujo de Fano que os he puesto. Todos estamos llamados a ascender con Jesús, pero para ello hemos de ser sus discípulos y renunciar a todo lo que nos ata, a nuestros egoísmos. Cada día es la Ascensión, como cada día es Navidad y cada día es Pentecostés. Es en el aquí y ahora donde hemos de vivir nuestra Fe. una Fe que no es teoría, sino VIDA vivida en fraternidad... 




sábado, 4 de junio de 2011

MÚSICA DEL SÁBADO: MISA DE LA TIERRA SIN MALES

Tomado de un blog amigo, os dejo aquí este vídeo que es un Aleluya de la "Misa de la Tierra sin males", letra de Pere Casaldáliga y música  de Martín Coplas.


viernes, 3 de junio de 2011

EL ANACORETA, LAS SANDALIAS Y LOS PUCHEROS...



El Anacoreta estaba haciendo la cama de su habitación y su joven seguidor lo observaba admirado.
- Haces la cama como si realizaras una obra de arte.
Rió el anciano y respondió:
- Si hacemos todas las cosas con nuestra máxima consciencia, haciéndonos uno con el gesto que ejecutamos, todo lo convertimos en oración.
Se sentó y prosiguió:
- Te contaré un cuento oriental: Dicen que un grupo de discípulos fueron a visitar a su maestro. Uno le dijo a otro: ¿Has venido  a escuchar las enseñanzas del maestro? No - respondió el otro - Tan sólo he venido a ver como se ata las sandalias."
Guardó un rato de silencio antes de añadir:
- Esta sacralización del momento presente que es tan clara en la espiritualidad budista, lo es también en el cristianismo aunque lo olvidemos. La orden de Dios : Camina en mi presencia, ¿qué es si no? Y así lo entendieron aquellos maestros espirituales  que nos animaron a hacerlo todo en la presencia de Dios. Y así lo dijo con gracia Teresa cuando afirmó: "Dios también está entre los pucheros".
Miró sonriendo al joven y concluyó:
- Atarse sandalias, hacer camas, hurgar entre pucheros...Todo es una perfecta oración, un momento sagrado, si lo hacemos conscientemente en presencia de Dios...

jueves, 2 de junio de 2011

PREGUNTAS...


"Supongamos que el mensaje de un supuesto contemplativo a un supuesto hombre del mundo sea parecido a este:
Querido hermano, ¿puedo decirte que he encontrado respuestas a las preguntas que atormentan a los hombres de nuestro tiempo?
Yo no sé si he encontrado respuestas. Cuando me hice monje, sí, estaba más seguro de las "respuestas". Pero a medida que envejezco en la vida monástica y me adentro más en la soledad, tomo conciencia de que sólo he empezado a buscar las preguntas. ¿Y cuáles son las preguntas? ¿Puede el ser humano encontrar sentido a su existencia? ¿Puede el ser humano honestamente dar sentido a su vida limitándose a adoptar un cierto conjunto de explicaciones que pretenden decirle por qué empezó el mundo y dónde terminará, por qué existe el mal y qué se necesita para una vida buena? Hermano, quizás en mi soledad me he convertido, por decirlo así, en un explorador para ti, en un buscador de ámbitos que tú no eres capaz de visitar - excepto tal vez en compañía de tu psiquiatra -. He sido llamado a explorar un área desierta del corazón humano donde las explicaciones ya no son suficientes, y donde uno aprende que lo único que cuenta es la experiencia. Una región árida, rocosa y oscura del alma, a veces iluminada por extraños fuegos que los hombres temen, y poblada por espectros que los hombres evitan cuidadosamente, excepto en las pesadillas. Y en esta área he aprendido que uno no puede conocer verdaderamente la esperanza si no ha descubierto cuánto se parece a la desesperanza. El lenguaje del cristianismo ha dicho esto durante siglos con otras palabras menos desnudas."
(Thomas Merton)

miércoles, 1 de junio de 2011

EL ANACORETA Y LAS IMÁGENES



El Anacoreta y su joven seguidor  paseaban por el barrio más antiguo de la ciudad. En una estrecha callejuela, en una hornacina situada en la esquina de un viejo edificio, se veía una antigua imagen rodeada de flores.
El joven exclamó:
- No es fácil distinguir la veneración de una imagen de la idolatría...
Sonrió el anciano y dijo:
- En griego hay dos palabras que significan imagen: "eidolon" y "eikon". La primera la traducimos por ídolo y la segunda por icono. Ahí está la diferencia. El ídolo es una imagen que se encierra en sí misma. El icono es una imagen que nos lleva a otra realidad, es un camino hacia...
Se detuvo un momento y luego prosiguió:
- La imagen, el icono ha de ser como la foto del ser querido. Al besarla estamos besando al ser querido. Al mirarla no es la foto lo que vemos sino a la persona amada. En religión tenemos demasiados ídolos. Incluso la imagen que nos hacemos de Dios puede ser idolátrica; porque ídolo también puede ser una idea. Adoramos la idea que nos hemos hecho de Él, en vez de adorar a Dios.
Pasaba en estos momentos un grupo de jóvenes vestidos con camisetas de fútbol. El Anacoreta sonrió:
- Los hombres tendemos a fabricarnos ídolos. De carne y hueso, de piedra o  de ideas, de metal o de papel...Y no nos damos cuenta de que los ídolos exigen víctimas. Servir a ese gran ídolo que es el dinero, nos lleva a sacrificarlo todo por él, perder amistades, pisotear personas, cometer injusticias...
Llegaron a las Ramblas y concluyó:
- En cambio el icono nos saca de nosotros mismos para llevarnos a lo trascendente. Y no me refiero al icono como un cuadro...Todo lo que nos lleva a Dios es un icono. La naturaleza, la música, la verdadera oración, los demás hombres...Estamos rodeados de iconos y sólo sabemos ver los ídolos...