martes, 31 de mayo de 2011

NO TEMAS...ESPERA



Aquí os dejo este precioso texto de Thomas Merton:

"Se ha usado y abusado tanto del lenguaje del cristianismo que a veces se desconfía de él: no sabemos si detrás de la palabra "cruz" se encuentra la experiencia de la misericordia y salvación, o sólo la amenaza del castigo. Si mis palabras significan algo para ti, puedo decir que he experimentado que la Cruz significa misericordia y no crueldad, verdad y no engaño, que la nueva de la verdad y el amor de Jesús es, en efecto, la verdadera noticia, pero en nuestro tiempo se proclama en lugares extraños. Y tal vez se anuncie más en ti que en mí; lo digo sin sentir vergüenza ni culpa, porque he aprendido a alegrarme de que Jesús esté en el mundo, en personas que no saben que Él está actuando en ellas cuando piensan que están lejos de Él, y me alegra decirte que esperes aunque pienses que para ti toda esperanza es imposible.
Espera, no porque pienses que puedes ser bueno, sino porque Dios nos ama independientemente de nuestros méritos, y todo lo bueno que hay en nosotros viene de Su amor, no de nuestras obras.
Espera porque Jesús está con los pobres, marginados y quizá despreciados por quienes deberían buscarlos y cuidar de ellos con el mayor amor, porque actúan en nombre de Dios.
Nadie en el mundo tiene motivos para desesperar de Jesús, porque Jesús ama al ser humano, lo ama en su pecado, y también nosotros debemos amar a ser humano en su pecado."
(Thomas Merton)

lunes, 30 de mayo de 2011

EL ANACORETA Y EL OTRO

La discusión se alargaba sin que llegaran a ninguna conclusión y a ningún acuerdo. Llevaban toda la mañana discutiendo sobre la inmigración y nadie cedía un milímetro en su postura.
El Anacoreta y su joven seguidor se apartaron del grupo. El joven preguntó:
- ¿Por qué nos cuesta tanto ponernos de acuerdo sobre los otros?
El anciano reflexionó unos instantes antes de responder:
- En latín existen dos palabras para designar al otro: "alius" y "alter". Estas dos palabras designan también las dos formas que tenemos de acoger al otro.
"Alius" tiene la connotación de "ajeno". El otro es para nosotros un "alius" cuando lo consideramos un extraño, una incógnita, un peligro, un oponente...
"Alter", en cambio, es el que me hace salir de mi mismo. El que me refiere a una alteridad y evita que quede encerrado en mi mismo y me abre a una visión del mundo mucho más amplia.
Volvió a reflexionar unos instantes antes de proseguir:
- Si para nosotros prima el concepto "alius", el otro será, o alguien del que hay que defenderse o alguien al que hay que conquistar. Si prima en nosotros el concepto "alter", el otro es quien nos hace conscientes de la pluralidad, nos da una visión más universal de la sociedad.
Miró al joven y concluyó:
- Por desgracia, tendemos a ver al otro como "alius", y así nos va en nuestra sociedad...

domingo, 29 de mayo de 2011

NO ESTAMOS SOLOS...


 “Si me amáis, obedeceréis mis mandamientos.Y yo pediré al Padre que os envíe otro defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con vosotros. Los que son del mundo no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen; pero vosotros lo conocéis, porque él está con vosotros y permanecerá siempre en vosotros.
No voy a dejaros abandonados: volveré para estar con vosotros. Dentro de poco, los que son del mundo ya no me verán; pero vosotros me veréis, y viviréis porque yo vivo. En aquel día os daréis cuenta de que yo estoy en mi Padre, y que vosotros estáis en mí y yo en vosotros. El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también le amaré y me mostraré a él.”


No estamos solos...el Espíritu de la Verdad está con nosotros. Estas palabras de Jesús, las coloca Juan en el largo sermón de despedida de la Última Cena, antes de su muerte. Como todo el texto de Juan es profundamente teológico. El mensaje es claro. Jesús ya ha regresado, porque está en nosotros, como lo está el Padre y el Espíritu, que son el mismo Dios. Poco más, aunque se hayan escrito múltiples tratados, de la Trinidad: Dios no es un ser centrado en sí mismo, sino una donación total que habita en nosotros. 
Soy consciente que estas palabras son muy abstractas. Pero Jesús siempre es muy explícito y claro. Esta vez  nos los dice dos veces, al principio y al final del texto. La clave está en cumplir sus mandamientos. No dice "los", dice "mis".  Y no sólo los repitió varias veces, si no que nos los mostró con su vida:"Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismo"."Amar a nuestros enemigos". "Amaos como yo os he amado". Un Jesús que más que hablar del amor lo practicó, curando, dando la vista, haciendo andar...y sobre todo dando su vida por TODOS.
El mundo no puede entender. En el Evangelio de Juan mundo no son las personas contrarias a Jesús. Mundo es "la mentira". Por eso ser conscientes de la Unidad de Dios y de nuestra participación en esta Unidad es recibir el Espíritu de la Verdad.
Nuestro problema es que relegamos a Dios al templo, a unos momentos de culto, a unos instantes de oración. No es extraño que nos encontremos solos...Él siempre está con nosotros. Sufre, llora, ríe, canta con nosotros, en nosotros. Si realmente fuésemos conscientes de esto...el mundo habría cambiado hace mucho tiempo y sería el Reino de la Verdad, el Reino del Amor. 

sábado, 28 de mayo de 2011

MÚSICA DEL SÁBADO: NADA TE TURBE

Cuando todo parece hundirse a nuestro alrededor. Cuando no sentimos cansados y estamos tentados de dejar la lucha. Cuando nos sentimos incomprendidos, atacados, insultados. Cuando todo es oscuridad y no tenemos fuerzas para buscar la luz...En esos momentos es bueno recordar las palabras de Santa Teresa:


viernes, 27 de mayo de 2011

NO LLEGAR TARDE...



En los últimos decenios se han derrumbado una a una las antiguas certezas, lo que se tenía por verdades inmutables, los llamados paradigmas.
Las diosas Razón y Ciencia, que relegaban a Dios al rincón de la ignorancia, se han revelado más débiles de lo que se creía, y, las espiritualidades, así en plural, están resurgiendo de nuevo.
Ese oculto anhelo de transcendencia que todo hombre guarda en su interior, pugana por aflorar de distintas formas. Frente a una sociedad que prometía darle todo, aparece en su corazón una sensación de ausencia, de vacío, de sinsentido.
Ante nosotros se  abre el reto de lograr , que esas visones del mundo, que hasta ahora parecían incompatibles, descubran que son complementarias. Sagrado y profanos, transcendencia e inmanencia, razón y espiritualidad, pueden unirse en una rica síntesis.
Creo que fue Gorbacheff quien dijo: "La vida castiga a quien llega demasiado tarde".
Ante nosotros se abre la tarea de crear una nueva sociedad fruto de la unión de las culturas. Realizar una síntesis entre las diferentes espiritualidades y cosmovisiones no es fácil y podemos llegar tarde. Las viejas espiritualidades están fuertemente ancladas en sus verdades. No se trata de realizar un simple sincretismo. Eso es muy fácil. Basta considerar que todo vale y aceptarlo todo sin reflexión. 
Poner en común las riquezas de cada uno supone, si no queremos quedarnos en una simple yuxtaposición, depurar todo lo falso que se nos ha ido adhiriendo a lo largo de los años. La humanidad está llamada a marchar todos unidos camino de la transcendencia. Pero nos eso exige a todos la humildad de aceptar las diferencias y aceptar que nadie posee toda la verdad. Nos exige a todos una mirada clara que mire al otro sin prejuicios, que sepa ver la verdad allí donde se encuentra.
Es mucho lo que está en juego. Sería muy triste, que por nuestro orgullo cegador, llegáramos demasiado tarde...
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Nota: Algunos lectores me han referido que no pueden enviar comentarios con la cuenta Google. No sé lo que ocurre. De todas maneras podéis hacerlo, o bien en la opción Nombre/URL (en nombre podéis poner el nick habitual y la URL creo que es optativa, pero en todo caso no saldrá pública), o bien en Anónimo. Os rogaría en ese caso que firméis al final con vuestro nick habitual, para reconoceros. Gracias por vuestra fidelidad. 

jueves, 26 de mayo de 2011

HIMNO NOCTURNO



La noche, oh Señor Mío, es tiempo de libertad.

Tú has visto la mañana y la noche, y la noche era mejor.
Todas las cosas comenzaron en la noche,
y en la noche se ha presentado ante mí
el final de todas las cosas.

Permanezco sentado en la oscuridad,
sumido en un silencio humano.
Empiezo a escuchar la noche elocuente.

El mundo de esta noche resuena del cielo al infierno,
con elocuencia animal,
con la salvaje inocencia
de un millón de criaturas desconocidas.

La enorme vitalidad de la música de esas criaturas
martillea, zumba, vibra y resuena
hasta meterse en todas las cosas, y cubre el ancho mundo
con su diferente locura,
que nunca se convierte en orgía
porque todas las cosas son puras.

Los animales son hijos de Dios
y la noche fue creada
para abrir infinitas sendas hacia la caridad
y para enviar a nuestras almas
a jugar más allá de las estrellas.
(Thomas Merton)

miércoles, 25 de mayo de 2011

EL ANACORETA Y LA MIRADA DE AMOR...



El Anacoreta y su joven seguidor viajaban en tren para visitar a unos amigos. Durante todo el trayecto un niño de unos cinco años hacía sus "gracias" por el vagón. Mientras los pasajeros soportaban como podían las molestias que les causaba el pequeño, la madre lo miraba sonriendo con amor y encontraba encantadoras todas las proezas del niño.
Ya fuera del tren, el Anacoreta dijo al joven:
- ¿Te has fijado? Para unos ese niño era una molestia. Para su madre, no. La diferencia estaba en la mirada. Ella lo miraba con amor.
 Caminaron unos metros en silencio y añadió:
- El velo que nos impide ver la bondad de las cosas se rompe con la mirada de amor. El mismo hecho, el mismo paisaje...cambia según cómo lo miramos. Hay personas que saben mirarlo todo con amor y captan la profundidad de los más pequeños detalles. Otros no logran ver mas que lo material, lo físico. Un biólogo mira una flor y piensa: "monógama, gamopétala, simple, campanulácea..." Un poeta la mira con amor y ve tras ella sentimientos, recuerdos, metáforas...Creará una bella historia a partir de la flor.
- Sí - remarcó el joven - pero, la madre podría haberse dado cuenta de que el niño estaba molestando al resto de los pasajeros...
Rió el Anacoreta y respondió:
- ¡Ah! Es que aquella madre miraba con amor a su hijo, pero en cambio nos miraba con indiferencia a los demás. Se trata de esforzarse en mirarlo TODO con amor...
Y llegaron frente a la puerta de la casa de sus amigos...

martes, 24 de mayo de 2011

RETIRAR EL VELO...



Dios puede estar presente  en nuestra vida sin que nos demos cuenta, sin que seamos conscientes de ello. Felipe nos representa a todos cuando le pide a Jesús que le muestre al Padre. En una sociedad racionalista, que tan sólo considera verdadero aquello que puede ver y tocar, podemos perdernos la realidad, simplemente porque no apartamos el velo que nos la oculta...
Simone Weil tiene un texto precioso sobre Ulises que nos ilustra perfectamente esta cuestión:
"En este mundo nos sentimos extranjeros, desarraigados, exiliados. Como Ulises, al que unos marineros habían cambiado de lugar mientras dormía, despertó en un sitio desconocido anhelando Ítaca con un deseo que le destrozaba el alma. De repente, Atenea le abrió los ojos y se dio cuenta de que ya estaba en Ítaca. De la misma manera, todo hombre que desea incansablemente su patria, que no se distrae de su destino ni por Calipso ni por las sirenas, se da cuenta un día, de repente, que ya está en su patria." (Simone Weil, A la espera de Dios, p 110, Ed Trotta) 1993.
El hombre siente en su interior el anhelo de lo trascendente. En realidad lo tiene frente a él; pero un velo se lo impide ver. Calipso y las sirenas intentan estrellarlo contra los acantilados. Las ideologías, el poder, el dinero, el culto al yo...nos ciegan y nos impiden ver la realidad. En realidad, cualquier circunstancia, incluso una desgracia o simplemente la visión de un paisaje, cualquier detalle de nuestra vida, puede convertirse, en un instante, en una experiencia de lo trascendente, en una experiencia de Dios. Basta que por unos instantes retiremos el velo que nos impide ver... 

lunes, 23 de mayo de 2011

EL ANACORETA Y LOS RECUERDOS...



La primavera se mostraba en el parque con todo su esplendor. Los parterres estaban llenos de flores y lucían mil colores bajo el sol. En un banco conversaban tres ancianos...Hablaban del pasado. De un pasado pleno de añoranzas, que se les antojaba mejor que el presente.
El Anacoreta y su joven seguidor habían escuchado ,desde el banco contiguo, la conversación. Se levantaron para volver a casa. Mientras caminaban el anciano dijo:
- A las personas mayores nos gusta recordar...y no nos damos cuenta  que el pasado no existe...
- Sí - afirmó el joven - ya ha pasado. Lo que cuenta es el presente y el futuro.
Sonrió el Anacoreta y rectificó:
- No existe, porque lo inventamos...Ese pasado que recordamos no es real. Lo idealizamos. Inconscientemente lo hemos despojado de lo malo, del dolor, de la lucha...En realidad no lo inventamos. Lo cambiamos, lo decoramos a nuestro gusto y le quitamos todo aquello que nos haría daño recordar...Y eso lo hacemos inconscientemente, sin darnos cuenta...
El joven seguidor replicó:
- Sí, pero el pasado puede servirnos para aprender y no caer en los mismos errores.
Volvió a reír el Anacoreta:
- Entonces, ¿por qué caemos siempre en los mismos errores? Porque en nuestros recuerdos los errores están camuflados. Por desgracia, mirar el pasado lo que hace, es frenarnos. Nos impide ir a delante. En vez de crear y buscar cosas nuevas, los recuerdos nos frenan, nos paralizan en aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor, cuando simplemente fue... y punto.  

domingo, 22 de mayo de 2011

CAMINO, VERDAD Y VIDA


 
"- En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.
Tomás le dice:
- Señor, no sabemos adonde vas, ¿cómo podemos saber el camino?
Jesús le responde:
- Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.
Felipe le dice:
- Señor, muéstranos al Padre y nos basta.
Jesús le replica:
- Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: Muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre."


En este fragmento, Tomás y Felipe nos representan a todos los hombres. Ignoramos cuál es nuestro destino. No sabemos a dónde vamos y, evidentemente, desconocemos el camino. Jesús nos muestra la meta: el Padre, la plenitud con Dios. Ese "lugar" al que estamos destinados, es el corazón amoroso del Padre.
Y surge Felipe con nuestra eterna condición: "Muéstranos al Padre. Esto nos basta". No es de extrañar que Jesús pierda un poquito la paciencia, porque en su vida no ha hecho más que mostrarnos dónde encontrar a Dios. No ha dedicado sus días a participar en grandes ceremonias ni a adoctrinar sobre dogmas, sino a dar la vista a los ciegos, hacer andar a los paralíticos, expulsar el mal de los corazones..."Quien me ve a mi ve al Padre". Que es como decir, es en el Hombre donde encontraréis a Dios. ¿No nos dijo que dar de comer, de beber, vestir...a un sencillo hombre, es darle de comer, de beber y vestirlo...a Él?
Veintiún siglos después, cuando alguien nos pregunta quién es Dios, nosotros seguimos dando a leer manuales de teología o el Catecismo Católico de la Iglesia. Seguimos sin entender que Él es el Camino: que es a través del Hombre, con Jesús a la cabeza, como llegaremos a Dios. Seguimos sin entender que Él es la Verdad: no nuestra verdad intelectual que creemos tan importante, sino la Verdad del que da su vida por los demás, de quien ratifica con sus obras lo que dice. Seguimos sin entender que Él es la Vida: no nuestras posesiones, nuestros títulos, nuestro dinero, sino una existencia plena de Amor.
El texto acaba con una gran inyección de esperanza. Otro mundo es posible:"El que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores". Si creemos en Él, si tenemos Fe en el Hombre, podemos cambiar este mundo, podemos llenarlo de obras de Amor...
Y no estamos solos. En el horizonte se avecina Pentecostés, para recordarnos que el Espíritu está con nosotros...  



sábado, 21 de mayo de 2011

A PROPÓSITO DE UNA ENTREVISTA A JOSÉ LUIS SAMPEDRO



Hacia el final de la entrevista, Sampedro nos dice que el cambio es seguro, pero que no sabemos en qué dirección se producirá. "Eso depende de nosotros", nos dice.
Ayer Hora Cero comentaba a mi post, que estas acampadas son absurdas si no se produce un cambio en cada uno de nosotros. Protestar es fácil. Indignarse cuesta poco. Buscar el camino que nos lleve a un cambio justo, para algunos es simplemente utópico. Al menos hemos de aceptar que es muy difícil.
Un amigo, fuera de internet, me decía que mi post era maniqueo. Que los artículos que leía por ahí también lo eran. Que eso de dividir la sociedad en buenos y malos era un análisis simplista. Que todos teníamos la culpa, y no sólo la banca y los poderes fácticos. Pero repartirse la culpa entre todos, es una forma fácil de declararse todos inocentes. Y no todas las responsabilidades son iguales.
El error más grave en el que caemos al analizar la crisis, es que nos olvidamos de las dos terceras partes de la humanidad, que no han caído en la crisis, simplemente, porque siempre han estado inmersos en ella. Analizamos la sociedad como si sólo existiera el Norte, el mundo Occidental. Nos indignamos porque la banca y unas pocas personas se enriquecen mientras nos hablan de crisis, y olvidamos que, nosotros, para los habitantes de eso que llamamos Sur, para esas dos terceras partes de la humanidad, nos mostramos exactamente como la banca o como esos pocos que se enriquecen a su costa.
Globalización no es juzgar al mundo a través de nuestra visión, sino buscar la justicia por igual para todo el planeta. ¿Puedo exigir una sanidad gratuita, cuando el resto del planeta no la tiene ni gratuita, ni pagando? 
Realmente estas protestas serán absurdas, si no luchamos para que todo el planeta, no sólo nuestros países desarrollados, tengan los mismos derechos, las mismas oportunidades...El cambio ha de ser global y...empezando por cambiar nosotros. No puede existir una revolución sin un cambio radical en nuestras vidas. La crisis, antes que económica ha sido de valores. No sólo la banca y los políticos carecen de ellos. Si nosotros los hubiésemos conservado, habríamos luchado por ellos y otro gallo nos cantaría...Hemos potenciado el tener, el dominar, el disfrutar... sobre el ser, el compartir, el servir, el esforzarse...y nos hemos dejado engañar. 
El camino es largo. Las acampadas no son absurdas, pero pueden acabar en nada, si no continuan con nuestro esfuerzo, nuestro cambio, nuestra lucha diaria, para crear una sociedad con sentido. 

viernes, 20 de mayo de 2011

YO TAMBIÉN SOY ANTI-SISTEMA

(observad el aspecto de anti-sistema de la manifestante...)

Las acampadas que se están produciendo a lo largo y ancho de la geografía española y que empiezan a traspasar nuestras fronteras me invitan, un día antes de la jornada de reflexión, a, valga la redundancia, reflexionar en voz alta. (Si hoy fuese el sábado lo haría exactamente igual.)
Tengo 63 años. En mayo del 68 estaba precisamente, acabado el magisterio, en mi primer año de docente. Cuando oigo o leo a personas de mi edad y otras que lucharon en la Universidad los últimos años del franquismo por las libertades, tratar a los jóvenes acampados en muchas ciudades españolas, de niñatos y burgueses...se me revuelven las tripas. No. Yo no culpo a los partidos ni a los sindicatos de la situación actual. Los acuso de cobardía. El gobierno nacional y los autonómicos no hacen nada, como tampoco harán nada los que les sigan, porque no pueden hacer nada. Porque para ellos es más fácil apuntarse al carro de los supersueldos de presidentes, ministros, consejeros, parlamentarios...que explicarnos, claramente, que todos estamos en manos de 200 personas. 
Es verdad. Esos movimientos tienen el peligro de caer en el populismo. Eliminar los partidos, es caer en el partido único, que es la dictadura. De derechas o de izquierdas, pero siempre dictadura. Ya sé. Está la vía asamblearia. Pero hasta el momento, excepto en los monasterios, que son más reducidos en personas y guiados por una idea común, eso no ha funcionado nunca. Que alguien me enseñe una comuna libertaria que haya durado más de diez años. (Y soy muy generoso). Nuestra sociedad ha de dar un auténtico giro hacia la solidaridad.
Hay que sanear los partidos y sanear los sindicatos. Concretando, hay que sanear la vida pública. Los políticos nos pusieron delante de las narices la zanahoria de la sociedad del bienestar. Que sean ahora valientes y, empezando por ponerse sueldos acordes con los de cualquier ciudadano, que impidan que el presidente o los consejeros de cualquier multinacional, en tiempos de crisis y de recortes, sigan subiéndose sueldos, que ya de por sí son astronómicos. Sueldos, que reuniendo el cinco por ciento de todos ellos, paliarían considerablemente la miseria en el mundo. Que nos digan que ellos no pueden gobernar. Que se invadió Irak, porque así lo querían las petroleras. Que protegían a dictadores árabes porque era la voluntad de las petroleras. Que no habrá paz en Palestina, porque las grandes fortunas judías son esenciales para la economía USA. Que no habrá paz en el Tercer Mundo mientras los países del Norte se enriquezcan con la venta de armas. No. Lo siento. Esto no es populismo. Esto es justicia. Este debería ser el verdadero camino de la política.
En este camino están las verdaderas medidas a la crisis. En vez de proteger a bancas que enriquecen a cuatro, ¿por qué no potenciamos las bancas éticas? ¿Por qué los beneficios de las grandes empresas no revierten en los trabajadores y en investigación?
No niego que en esos movimientos populares se mezclen indeseables. A río revuelto, ganancia de pescadores. Pero la mayoría, lo que quieren, es decirles claramente a partidos y sindicatos, que basta de cobardía. Que estamos hartos de promesas. Que no aceptamos campañas electorales en que lo único que se hace es descalificar al contrario y no se presentan, ni soluciones, ni alternativas claras. Y que ya es hora que todos entendamos que no hay sociedad del bienestar si no es para todos. Que dos terceras partes de la humanidad no pueden vivir en la necesidad. Y que esta es la verdadera globalización.
Supongo que para estas elecciones ya es tarde. Pero aquellos partidos que sean valiente y sepan en el futuro quemar las naves, serán los que nos tendrán a todos tras ellos.
Aquí os dejo con Cristina. Sus palabras son mejores que las mías. Si eso es ser anti-sistema...yo también lo soy.
(sólo tiene sonido)

jueves, 19 de mayo de 2011

LAS DOS ESPIRITUALIDADES



Esta disyuntiva es tan antigua como el cristianismo. ¿Espiritualidad mística o espiritualidad profética? ¿Marta o María? Quizá el error está en hacer de las dos espiritualidades una disyuntiva. Cuando a Jesús le preguntan por el principal mandamiento, responde:
- "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Eso corresponde a la espiritualidad mística.
Pero, inmediatamente añade:
- "El segundo es semejante a él: amarás a tu prójimo como a ti mismo." Que corresponde a la teología profética.
Ciertamente el Evangelio nos muestra a Jesús orando en el monte por las noches. Pero, sobre todo, nos lo muestra curando, denunciando, acogiendo...
En realidad ambas espiritualidades deben ir unidas, ya que se alimentan entre sí.
No se puede amar a Dios y olvidar a los hombres que sufren. Una meditación, por profunda que sea, si no está encarnada en el amor al prójimo, es simplemente mirarse el ombligo. Una auténtica espiritualidad mística lleva a ver a Dios en todo y en todos, y, por consiguiente, a entregar la vida por los demás.
Una espiritualidad profética que es mera ideología, se ahoga, se cansa enseguida y se autodestruye. Quien se entrega totalmente a luchar por la justicia, necesita momentos de contemplación para tomar fuerzas. Necesita encontrar un sentido a su quehacer. Es cierto que todo puede ser oración. Pero, a veces, esto no es más que la excusa de un activismo alienante.
Ambas espiritualidades deben entrelazarse, ir unidas. Luego, cada uno tendrá su camino, su vocación, su llamada...,que hará que en algunos prevalezca la mística y en otros la profecía.
En realidad todo se reduce a vivir el Amor. Eso que cuesta tan poco decirlo y que nos cuesta tanto llevar a la práctica... 

miércoles, 18 de mayo de 2011

EL DELITO DE SER POBRE



Al leer este texto he pensado en nuestros niños que se enfadan porque les controlamos el tiempo de uso de la PlayStation, de la televisión, del ordenador...En esos políticos que asocian alegremente delincuencia e inmigrantes para ganar votos...En nuestras quejas por recortes, por pequeñas incomodidades, por todo...
Por eso me ha parecido bien compartirlo con vosotros:



LA POBREZA COMO DELITO




Mucho antes de que los niños ricos dejen de ser niños y descubran las drogas caras que aturden la soledad y enmascaran el miedo, ya los niños pobres están aspirando pegamento.
Mientras los niños ricos juegan a la guerra con balas de rayos láser, ya las balas de plomo acribillan a los niños de la calle.
Algunos expertos llaman “niños de escasos recursos” a los que disputan la basura con los buitres en los suburbios de las ciudades.
Según las estadísticas, hay setenta millones de niños en estado de pobreza absoluta, y cada vez hay más, en esta América Latina que fabrica pobres y prohíbe la pobreza.
Entre todos los rehenes del sistema, ellos son los que peor la pasan.
La sociedad los exprime, los vigila, los castiga, a veces los mata: casi nunca los escucha, jamás los comprende.
Nacen con las raíces al aire.
Muchos de ellos son hijos de familias campesinas, que han sido brutalmente arrancadas de la tierra y se han desintegrado en la ciudad.
Entre la cuna y la sepultura, el hambre o las balas abrevian el viaje.
De cada dos niños pobres, uno trabaja, deslomándose a cambio de la comida o poco más: vende chucherías en las calles, es la mano de obra gratuita de los talleres y las cantinas familiares, es la mano de obra más barata de las industrias de exportación, que fabrican zapatillas o camisas para las grandes tiendas del mundo.
¿Y el otro?
De cada dos niños pobres, uno sobra.
El mercado no lo necesita. No es rentable, ni lo será jamás.
Y quien no es rentable, ya se sabe, no tiene derecho a la existencia.
El mismo sistema productivo que desprecia a los viejos, expulsa a los niños. Los expulsa, y les teme.
Desde el punto de vista del sistema, la vejez es un fracaso, pero la infancia es un peligro. En muchos países latinoamericanos, la hegemonía del mercado está rompiendo los lazos de solidaridad y está haciendo trizas el tejido social comunitario.
¿Qué destino tienen los dueños de nada en países donde el derecho de propiedad se está convirtiendo en el único derecho sagrado?
Los niños pobres son los que más ferozmente sufren la contradicción entre una cultura que manda consumir y una realidad que lo prohíbe.
El hambre los obliga a robar o a prostituirse; pero también los obliga la sociedad de consumo, que los insulta ofreciendo lo que niega. Y ellos se vengan lanzándose al asalto.
En las calles de las grandes ciudades, se forman bandas de desesperados unidos por la muerte que acecha.
Según la organización Human Rights Watch, los grupos parapoliciales matan seis niños por día en
Colombia y cuatro por día en Brasil.
¿Y ellas?
Hay medio millón de niñas brasileñas que venden el cuerpo, casi tantas como en la India, y en la República Dominicana la próspera industria del turismo ofrece subastas de niñas vírgenes.
“Si le doy de comer a los pobres, me dicen que soy un santo.
Pero si pregunto por qué los pobres pasan hambre y están tan mal, me dicen que soy un comunista”.

Eduardo Galeano


(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Cremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.

martes, 17 de mayo de 2011

EL ANACORETA Y EL MAESTRO INTERIOR



El joven que seguía al Anacoreta le dio un día las gracias por todo lo que el anciano le enseñaba. Este movió la cabeza con desaprobación y dijo:
- El Maestro está en nuestro interior. Lo que pueda venir del exterior es simplemente una ayuda, pistas...Jesús nos habla al corazón. Por eso es necesario hacer el silencio...Por eso debemos tener el corazón libre de ataduras que nos distraigan.
Miró al joven y concluyó:
- "Es Cristo quien enseña con sus inspiraciones. Cuando nos faltan sus inspiraciones, en vano alborotan las palabras de fuera."Eso lo dijo San Agustín.
- Entonces - preguntó el joven - ¿hemos de aislarnos de los demás? ¿La acción es un estorbo para la espiritualidad?
Sonrió el Anacoreta y respondió:
- Al contrario. La forma de preparar nuestro corazón es llenarlo de Amor a los demás. Si no, corremos el riesgo de confundir la voz de Dios con nuestro ego...Dedicar la vida a los demás, es la señal más segura de que nuestro corazón está preparado para oír la voz del Maestro Interior... 

lunes, 16 de mayo de 2011

EL ANACORETA Y EL RECIÉN NACIDO...



El Anacoreta y su joven seguidor entraban en un gran hospital. Justo en la puerta se cruzaron con una pareja de subsaharianos, que salían felices con un recién nacido en sus brazos.
Cuando ya estaban sentados en la sala de espera el anciano dijo:
- Este niño podría haber nacido en un rincón de África, en un dispensario destartalado o simplemente en la cabaña de sus padres. Pero no, lo ha hecho en un hospital europeo. En este mismo momento muchos niños nacen en el mundo. Unos en la riqueza y otros en la pobreza. Unos de padres que los aman y otros que serán abandonados. Algunos de una madre soltera...Otros en un mundo de delincuentes y violencia...
Hizo una pausa y exclamó:
- Nadie escoge el lugar, la sociedad, el mundo en el que nace...
Volvió a hacer una pausa y concluyó:
- Pero todos debemos escoger mejorar el mundo que encontramos al nacer...Eso sí depende de nosotros...
Y esperó en silencio su turno de visita... 

domingo, 15 de mayo de 2011

EL PASTOR Y LA PUERTA

"Jesús añadió:
- Os aseguro que el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que se mete por otro lado, es ladrón y salteador. El que entra por la puerta, ese es el pastor que cuida las ovejas. El guarda le abre la puerta, y el pastor llama a cada oveja por su nombre y las ovejas reconocen su voz. Él las saca del redil, y cuando ya han salido todas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen porque reconocen su voz. En cambio no siguen a un extraño, sino que huyen de él porque no conocen la voz de los extraños.
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron lo que les quería decir.
Volvió Jesús a decirles:
- Os aseguro que yo soy la puerta por donde entran las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí fueron ladrones y salteadores, pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta: el que por mí entra será salvo; entrará y saldrá, y encontrará pastos.
El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia."

Este pasaje no es tan bucólico como a primera vista parece. Hay que colocarlo en su contexto. Jesús ha curado a un ciego de nacimiento, los sacerdotes y fariseos, en lugar de acogerlo y certificar su curación, lo han echado de malas maneras del templo. Este texto es una regañina a los malos dirigentes.
Hoy, la imagen del pastor, nos resulta algo ambigua. Nos sugiere alguien que manda y a los demás obedeciendo como corderos. No es a eso a lo que se refiere Jesús. En Israel, el Pastor era imagen de Dios que cuidaba y protegía a su pueblo. Jesús, siempre que habla de pastores y ovejas nunca lo hace en el sentido de autoridad, sino de servicio, de amor, de protección...Añade aquí otro símbolo: la puerta. Una puerta abierta, para que las ovejas puedan salir y seguir al pastor. Las puertas cerradas propician que haya que entrar en el redil saltando la cerca, como los ladrones.
Jesús se aplica hoy estos dos símbolos: buen pastor y puerta. Jesús es aquel que nos llama a cada uno por nuestro nombre, que ha venido para que tengamos Vida. Jesús es la puerta abierta de par en par que nos lleva al Padre.
¿Somos nosotros también puertas abiertas? ¿Ayudamos a que aquellos que nos rodean encuentren al Padre o les cerramos la puerta para que no entren? Todo aquel que tiene algo de responsabilidad en la Iglesia debería reflexionar hoy sobre su forma de actuar. Juan XXIII abrió puertas y ventanas de la Iglesia. ¿No las estamos cerrando de nuevo? Cerrar la puerta para evitar peligros es dejar a las ovejas en manos de los ladrones sin posibilidad de escaparse. Cerrar la puerta es  desconfiar de las ovejas y del Pastor. Ellas saben reconocer la voz del Pastor; precisamente, porque Él las conoce y las llama a cada una por su nombre...  

sábado, 14 de mayo de 2011

MÚSICADEL SÁBADO: QUÉ PASARÍA SI DIERA TODO LO QUE TENGO

Darnos nosotros totalmente, se entiende...Por eso el niño no queda contento con haber dado el dinero. Da lo que más aprecia en ese momento y, lo más importante, se da cuenta que la necesidad está a su lado. La tenemos más cerca de lo que creemos...

viernes, 13 de mayo de 2011

EXPLICACIONES


Los que no tenéis un blog alojado en Blogger os habréis extrañado de que hoy no he hecho mi entrada habitual. No sólo eso, sino que ha desaparecido la entrada y los comentarios que hicísteis ayer. Los que estamos en Blogger ya sabemos que ha habido problemas de mantenimiento. Anteayer y ayer ya hubo pequeños problemas, pero hoy no ha habido forma de hacer ninguna entrada.
Espero que a partir de ahora todo vaya correctamente. A los que no pudieron leer la entrada de ayer les pido disculpas.
Hasta mañana.

jueves, 12 de mayo de 2011

BUSCA LA NADA


Permitidme que hoy os proponga un precioso texto de José Fernández Moratiel.

BUSCA LA NADA

"Buscad primero el Reino".
Como si Jesús dijera: No busquéis nada.
Sólo en la nada se puede descansar.
Buscar el Reino es buscar la nada.
Dios es lo que queda cuando no queda nada.
El silencio es la búsqueda de la nada.
Por eso sólo en Dios se puede descansar.
"Sólo en Dios descansa mi alma", dice el salmo.
Jesús descansa en la muerte, que es nada, que es el puro vacío, pero es el sendero de la resurrección y la Vida.
La semilla descansa en el vacío de la Tierra, en la oscuridad de la Tierra y es el sendero de una bella y maravillosa germinación.
La vida descansa en el útero vacío, en el vientre vacío y oscuro de la madre, y es el sendero del amanecer de la Vida.
También el dolor, el fracaso, la desilusión, puede ser tu descanso.
Es descansar en la Nada.
Y esa Nada es también el sendero de una nueva Vida.
(José Fernández Moratiel, "La alcoba del silencio", Ed Desclée de Brouwer,Bibao,2007)

miércoles, 11 de mayo de 2011

REFLEXIONES SOBRE LOS BLOGS



Constatar reacciones inesperadas en los lectores de los blogs, me ha llevado a esta reflexión.
En principio un blog parece algo muy sencillo, lineal. Tenemos un autor que escribe un texto para que un lectror lo lea. Pero demasiadas veces se observa en los comentarios del lector, una carga emocional y una valoración de la persona del autor fuera de tono. Y es que la cosa no es tan simple.
En un blog (lo mismo podríamos decir de un libro), existen en realidad dos autores.
El autor real: es el personaje histórico que ha escrito el texto. Excepto los lectores que puedan conocerlo personalmente y que son los menos, es un personaje totalmente desconocido. Se sabe de él, a lo más, las cuatro cosas de su perfil.
El autor implícito: Es la imagen que se hace el lector del autor, basándose en sus escritos, en su estilo, en sus temas, en los códigos de su obra...En un blog se comentaba de mi, que soy un amargado y que esa amargura se refleja en mis escritos. Ese ser amargado no soy yo, sino el autor implícito (virtual lo llama Umberto Eco) para ese lector.
Pero es que ocurre lo mismo con el lector. También hay dos lectores.
El lector real: Toda persona que lee el blog.
El lector implícito: La persona imaginaria a la que se dirige el autor cuando escribe y la que hace que escriba de una determinada manera, con estilo concreto y unos códigos específicos.
Pues bien, mi lector implícito es todo cristiano inquieto que busca, que no se conforma con creer sin razonar. Mi lector implícito es el agnóstico y ateo, que permanece abierto a una discusión espiritual y busca un sentido a la vida. Mi lector implícito es el miembro de otras religiones, que busca lo que nos une a todos en la búsqueda de Dios.
Quien busque en mis textos una defensa a ultranza de una Iglesia perseguida. Quien busque la repetición sin reflexión del Catecismo Oficial de la Iglesia y los documentos oficiales. Quien busque un intento de proselitismo...no encontrará nada. Es más, como no comprende el estilo, los códigos, los presupuestos desde los que están escritos los textos, se hace una imagen del autor implícito totalmente falsa.
Perdonad que me haya metido por estos vericuetos del análisis narrativo, pero simplemente quiero dejar algunos puntos claros. Si no os que todavía os he confundido más...  

martes, 10 de mayo de 2011

EL ANACORETA Y LA BENEVOLENCIA



Cada vez que el joven seguidor leía el evangelio de los viñadores, en el que el amo de la viña paga lo mismo a los que han trabajado todo el día que a los que lo han hecho solamente durante una hora, se revelaba.
- O sea, que una persona que ha sido toda su vida un sirvengüenza, porque al final se arrepiente, va a recibir lo mismo que el que toda su vida ha sido honesto y se ha sacrificado...¡Es injusto!
El anacoreta lo miró con una sonrisa entre pícara y benevolente, y dijo:
- Eudokía
- No entiendo - respondió el joven
- Eudokía es la palabra griega que traducimos por benevolencia divina. Dios no hace diferencias. Es benevolente con todos. Nos ama a todos, incluso a los de mala voluntad...
Tomó por una mano al joven, lo hizo sentar y prosiguió:
- Esta es, con mucho, la parábola más revolucionaria de todo el Evangelio. Así como los predicadores y los escritores de espiritualidad utilizan mucho la parábola del Hijo Pródigo (casi siempre mal, porque desvían el mensaje principal, que es el de un Padre Bueno), pocas veces se comenta la de los viñadores y siempre en pocas palabras, diciendo que el Amor de Dios es incomprensible.
Hizo una pausa y continuó:
- No la comentan, porque esta parábola desmonta el elemento en el que tantos predicadores se basan: el premio y el castigo. Esa terrible idea que nos metieron en la cabeza ya desde muy pequeños con la amenaza:
"Si te portas mal Dios te castigará". Cosa, por otro lado normal en esta sociedad competitiva en la que vivimos y en la que todo se basa en el éxito y el fracaso. Y nos hemos metido en la cabeza que el Cielo es una conquista.
Sonrió y tomó una mano del joven:
- Nuestras categorías no son las de Dios. Y, casi seguro, ni todos los que nosotros consideramos buenos lo son a los ojos de Dios, ni todos los que consideramos malos lo son para Él. Posiblemente no hay ni buenos ni malos...El Cielo es un regalo, no un premio...
El joven abrió unos ojos como platos. El Anacoreta lo tranquilizó:
- No. No quiero decir que todo vale. Que no importa nuestro comportamineto. Simplemente, que nuestros juicios no son necesariamente verdaderos y no podemos exigir a Dios, que tenga los mismos criterios que nosotros. Los ángeles, (recuerda que los evangelios son más catequéticos que históricos), cantaban la noche de Navidad: "Paz en la tierra a todas las personas que ama el Señor". La buena teóloga y escriturista Dolores Alexandre traduce: "...porque por algo a todas las ama el Señor".
Volvió a hacer una pausa, quizá sorprendido por haber hablado sin parar. Luego prosiguió:
- En la vida, lo importante es que actuemos honestamente. Los cristianos haciendo vida el Evangelio. Cada uno siendo fiel a su código ético, a sus creencias. No hemos de juzgar a los demás. Ni nosotros hemos de hacer las cosas pendientes de un premio o un castigo. Hemos de estar enormemente felices, porque todos somos objetos de la Eudokia de Dios, de su benevolencia. Un Dios que nos ama a todos, porque Él conoce el fondo de nuestro corazón, las profundidades de nuestro ser...

lunes, 9 de mayo de 2011

LOS OJOS DEL CORAZÓN...


En nuestro mundo hay tantas cosas por ver, que no sabemos qué mirar. Porque no es lo mismo ver que mirar. Y puestos a mirar, hay muchas maneras de hacerlo...Si supiéramos mirar todas las cosas con los ojos del corazón...con otros ojos...
Esta oración de Michel Hubaut nos lo indica:

LOS OJOS DEL CORAZÓN



"Un hombre inspirado que hace algunas curaciones,
un recaudador de impuestos que decide cerrar su tenderete,
un financiero que distribuye una parte de sus bienes,
una prostituta que llora de alegría,
una pequeña secta compuesta de aldeanos incultos
agrupados en torno a un nuevo guru de Galilea...
¿Qué tiene todo eso, Señor, de revolucionario?
¿No son más que unos cuantos hechos
apenas mencionados en la crónica de la historia!
¿Cómo es posible
que aquello fuera el comienzo
de tu Reino en nuestra tierra?
Concédeme, Señor, los ojos del corazón
para aprender a discernir
en la vulgaridad cotidiana
el lento crecimiento de ese Reino del amor
que tú has sembrado
y que viene a nosotros cada día.
Danos esa mirada de fe que sabe "ver"
en los acontecimientos grandes o pequeños,
en todos los gestos humanos,
conocidos u ocultos,
la vibración de tu Presencia activa.
Danos esa mirada de fe que sabe "ver"
las más simples manifestaciones de tu Reino:
el brillo de una sonrisa,
la sencillez de una acogida,
la densidad de un silencio,
la ternura de una mirada,
la verdad de una lucha,
la gratuidad de una vida compartida.
Enséñanos a ver y a asombrarnos
de todas las pequeñas semillas de esperanza
sembradas en hogares, hospitales y prisiones,
en calles y en escuelas,
e incluso en los campos de batalla...
Gestación secreta de la "civilización del amor".
Semillas escondidas de un mundo nuevo,
el del Reino de tu Padre."

(Michel Hubaut)

domingo, 8 de mayo de 2011

NOSOTROS CREÍAMOS...


"Dos de los discípulos se dirigían aquel mismo día a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén. Iban hablando de todo lo que había pasado. Mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se les acercó y se puso a caminar a su lado. Pero, aunque le veían, algo les impedía reconocerle. Jesús les preguntó:

–¿De qué venís hablando por el camino?
Se detuvieron tristes, y uno de ellos llamado Cleofás contestó:
–Seguramente tú eres el único que, habiendo estado en Jerusalén, no sabe lo que allí ha sucedido estos días.
Les preguntó:
–¿Qué ha sucedido?
Le dijeron:
–Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y palabras delante de Dios y de todo el pueblo. Los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran. Nosotros teníamos la esperanza de que él fuese el libertador de la nación de Israel, pero ya han pasado tres días desde entonces. Sin embargo, algunas de las mujeres que están con nosotros nos han asustado, pues fueron de madrugada al sepulcro y no encontraron el cuerpo; y volvieron a casa contando que unos ángeles se les habían aparecido y les habían dicho que Jesús está vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron después al sepulcro y lo encontraron todo como las mujeres habían dicho, pero no vieron a Jesús.
Jesús les dijo entonces:
–¡Qué faltos de comprensión sois y cuánto os cuesta creer todo lo que dijeron los profetas! ¿Acaso no tenía que sufrir el Mesías estas cosas antes de ser glorificado?
Luego se puso a explicarles todos los pasajes de las Escrituras que hablaban de él, comenzando por los libros de Moisés y siguiendo por todos los libros de los profetas.
Al llegar al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como si fuera a seguir adelante; pero ellos le obligaron a quedarse, diciendo:
–Quédate con nosotros, porque ya es tarde y se está haciendo de noche.
Entró, pues, Jesús, y se quedó con ellos. Cuando estaban sentados a la mesa, tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús; pero él desapareció. Se dijeron el uno al otro:
–¿No es cierto que el corazón nos ardía en el pecho mientras nos venía hablando por el camino y nos explicaba las Escrituras?
Sin esperar a más, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once apóstoles y a los que estaban con ellos. Estos les dijeron:
–Verdaderamente ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón.
Entonces ellos contaron lo que les había pasado en el camino, y cómo reconocieron a Jesús al partir el pan."
Los dos discípulos, caminando desanimados hacia Emaús, son nuestra imagen."Nosotros creíamos..." Cuantas ilusiones hemos ido dejando por el camino. Pensábamos que el Concilio...Creíamos que la Iglesia...Esperábamos una Fe triunfante...Y nos encontramos con una realidad que no nos gusta. Involución, escándalos, autoritarismo...Muchos amigos se han ido quedando por el camino. A medida que la Iglesia les iba decepcionando, se pasaban  a la política (creo que aún les ha decepcionado más), o dejaban todo ideal, toda lucha, escepto la de ganar dinero e intentar disfrutar...Les faltó encontrase con aquel caminante, o quizá no lo supieron ver. Aquel compañero de viaje que les hiciera ver que las cosas no son perfectas, que en la vida hay que luchar por conseguir lo que se desea, que Él pasó antes que nosotros por lo mismo.
Nos hace falta tropezarnos con aquella madre que lucha cada día para sacar a sus hijos adelante. Con aquel joven que dedica sus fines de semana a acompañar a un grupo de niños deficientes mentales. O quizá con aquel misionero que lleva años lejos de su casa, por amor a aquellos indígeneas. O aquel grupo de personas que gestionan un banco de alimentos para las familias víctimas de la crisis...Jesús nos sale al paso continuamente.
Es curioso. Los dos discípulos no lo reconocieron cuando les hablaba, aunque les daba paz y pidieron que se quedara con ellos. Lo reconocieron al partir el pan. Al dar las gracias y al compartir.
Nuestra vida es un camino hacia Emaús. No nos extrañemos si se nos va haciendo de noche. Estamos demasiado preocupados por las dificultades. Tenemos miedo y nos parapetamos acusando a los demás. Jesús, a través de tantas personas que encontramos en nuestro camino, nos dice, que hemos de hablar menos y luchar más, agradecer y...compartir.  Que el camino está por hacer, pero es posible. Jesús sigue saliendo a nuestro encuentro en el camino de la vida, por la Palabra, por la acogida del otro, en la comunidad...
Cuando los discípulos lo reconocen, desaparece. En realidad, cuando de verdad lo hemos encontrado, ya no necesitamos "verlo", porque lo "vemos" en cada uno de los que nos rodean. En todos aquello que nos necesitan y en aquellos a los que necesitamos...
Unos momentos diarios de oración en soledad, bastarán para abrirnos los ojos, para encender nuestros corazones. Y Él, entonces, se quedará con nosotros...