lunes, 21 de marzo de 2011

EL ANACORETA Y LA MISERICORDIA...


El Anacoreta y su joven seguidor habían meditado el evangelio del día.

"Dijo Jesús:
- Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis, y se os dará; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. Dad , y Dios os dará. Os verterán una medida generosa, apretada, rellena, rebosante; porque con la medida que midías, Dios os medirá a vosotros.

- ¿Por qué nos cuesta tanto ser misericordiosos? - preguntó el joven.
El Anacoreta, mirando por la ventana a la lejanía, respondió:
- Porque no somos capaces de perdonarnos a nosotros mismos...Me dirás que aparentemente parece lo contrario. A nosotros nos lo perdonamos todo y a los demás nada. Justificamos todas nuestras acciones y miramos con lupa las de los otros...Pero eso lo hacemos precisamente como autodefensa. Nos negamos a ver nuestra miseria; la tapamos con mil razones y esto hace que juzguemos y condenemos a los demás. Decimos que ya no creemos en el hombre, porque no creemos en nosotros. 
Luego se sentó y concluyó:
- Sólo cuando estamos al borde de las lágrimas, cuando hemos desnudado nuestro interior y nos sentimos perdidos...podemos comprender las lágrimas, el sufrimiento y la desesperación del otro. Entonces, si somos capaces de perdonarnos a nosotros, es cuando podremos ser misericordiosos con los demás...Es cuando vemos que nosotros no somos nada, que podemos aceptar que el otro tampoco sea nada...
Y se fueron ambos a sus ocupaciones...

4 comentarios:

  1. La misericordia es un sentimiento o actitud difícil de usar sin ofender al otro, en realidad es prima de la vanidad y hay una fina línea entre ellas y aunque no se traspase, puede que otro piense que si lo has hecho, que difícil es ser bueno Anacoreta, que fácil es entenderte, miles de besosssssssssss

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  2. Hola, benvolgut Josep...

    La misericordia... de Dios nos enseña a ser compasivos con el hermano. Tomar conciencia de llo es el primer paso. Un nivel de conciencia que pide a gritos ser despertado, ser activado... pues desde él reconoceremos nuestra pobreza y dependencia de Dios.. y desde esa humildad nos podremos perdonar con SU AMOR... con SU AMOR INFINITO... con SU ETERNO AMOR.


    Gràcies, germà...

    Carme.

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  3. Sabes que no me gusta la palabra, con ella, como dice susurros, es facil ofender.
    ¿ Perdonar ? ¿ y quién soy yo para perdonar? Pido y me pido, ser coherente con mis actos... y cuando no lo soy o veo que no lo son... a aguantar el peso del palo. Pero, no soy tan necia como para no comprender que existen hombres buenos.
    Un beso, sin pegar ojo.

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  4. Nos cuesta reconocerlo, ya lo creo que sí, como nos cuesta reconocer nuestros fallos en general, me ha recordado aquello de "ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el nuestro"

    Un fuerte abrazo y que tengas un buen día

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